La película, que presenta la flagelación y crucifixión de Jesucristo con detalles sangrientos, se ha beneficiado de la publicidad previa al estreno gracias a extensos reportajes de prensa en Estados Unidos.
La proyección del filme en estas dos regiones, cuya historia ha estado marcada por guerras religiosa, ha generado reveladoras reacciones de críticos, clérigos y cinéfilos.
El peso de la historia real es indiscutible. En Alemania, donde católicos y protestantes se enfrentaron mucho antes de que se unieran contra los judíos, líderes PUBLICIDAD
de los tres grupos hicieron una inusual declaración conjunta en la que advirtieron de que el filme podría incitar al antisemitismo.
En Suiza, un oasis moderno de tranquilidad, las iglesias cristianas se pusieron de acuerdo en que la película «va a ser olvidada rápidamente en cuanto se desvanezca la excesiva publicidad de los medios».
Influenciada por el catolicismo tradicionalista de Gibson, «La Pasión» ha estremecido a Italia, Irlanda y Polonia, bastiones históricos de la iglesia católica.
Animados por comentarios positivos del Vaticano, sacerdotes católicos en esos países han recomendado el filme con entusiasmo y algunos han hecho reservas en grupos para sus congregaciones.
«Sin duda, (es) una gran película (…) sangrienta y hermosa a la vez», dijo el influyente semanario Irish Catholic.
Los cines portugueses han estado repletos.
En España, donde la gente aún está trastornada por los atentados del 11-M, el diario ABC publicó una columna titulada «Mel Gibson y la pornografía», describiendo la reacción de un monje que calificó el filme como degradante.
En Francia, donde la población es mayoritariamente laica, la iglesia católica acusó a la película de ser potencialmente antisemita y de distorsionar las enseñanzas del Vaticano. Los críticos dijeron que se trataba simplemente de mal cine.
CRITICAS MIXTAS
En Irlanda del Norte, la Iglesia Libre Presbiteriana, del revolucionario reverendo Ian Paisley, se quejó de que la película esté siendo «publicitada fuertemente por la Iglesia Católica» para ganar conversos.
La Iglesia Evangélica en Alemania se lamentó de que Gibson «enfocara la virtud (religiosa) del dolor en el aspecto externo del sufrimiento de Jesucristo».
«Es descaradamente grotesco. Me dieron ganas de vomitar», dijo Gunnar Staalsett, el obispo luterano de Oslo.
«La pasión» encabezó esta semana la taquillas de Gran Bretaña. Cuatro iglesias anglicanas en Kent donaron 37.000 dólares en entradas con la esperanza de atraer gente a Jesucristo.
«Estamos compitiendo por la atención de la gente contra cosas como el desastre del 11 de septiembre y el trasero de Kylie Minogue. Por lo tanto, no vamos a atraer gente con una venta de artículos donados», dijo Russ Hughes, de una en una de las cuatro iglesias.
Líderes judíos en toda Europa manifestaron su preocupación por la poco halagadora representación de los judíos en la película, ya que consideran que podría impulsar más los sentimientos antisemitas que están resurgiendo en el área.
Ningún distribuidor se ha atrevido a proyectar la película en Israel, lo que ha impulsado a los curiosos a descargar copias pirateadas de la producción de Internet.
/Por Tom Heneghan/.*.