Sin embargo, justificó la abstención de su país porque la resolución no aborda el tema «de forma apropiada» y señaló que los intentos de introducir un lenguaje más «equilibrado» fueron infructuosos.
El embajador de Rumanía, Minhea Ioan Motoc, también explicó la abstención de su país por su «desequilibrio» y declaró que «cualquier acto terrorista es inaceptable y debe ser condenado» y que el asesinato del líder de Hamas se debería considerar en el contexto más general de la situación en Oriente Próximo.
El Reino Unido lamentó que los patrocinadores de la resolución no hubiesen querido incluir una enmienda propuesta por su embajador, Emyr Jones Parry, para condenar «las atrocidades terroristas» que han causado la muerte a cientos de israelíes.
El diplomático británico resaltó que la resolución era «tendenciosa» por apuntar sólo a una parte del conflicto.
No obstante, reconoció que el asesinato de Yasín fue «ilegal» y, si bien reconoció el derecho de Israel a defenderse del terrorismo, dijo que debe actuar «en el marco de la ley».
Fte El Mundo