El Congreso de Estados Unidos levantó las reservas que pesaba sobre la ayuda otorgada al ejército libanés, despejando el camino para la transferencia de unos 100 millones de dólares que serán desviados a esa fuerza.
La partida presupuestaria estaba trabada desde agosto ante el temor de que caiga en manos de la organización terrorista Hezbollah, en particular después del incidente mortal en el que soldados de las Fuerzas Armadas libanesas dispararon contra soldados de las Fuerzas de Defensa de Israel en la zona de frontera.
Nita Lowey (demócrata de Nueva York), presidenta del subcomité de operaciones extranjeras del Comité de Asignaciones, y Howard Berman (demócrata de California), presidente del Comité de Asuntos Exteriores, habían solicitado garantías al Departamento de Estado relativas a la supervisión del dinero destinado al entrenamiento y equipamiento de las fuerzas armadas.
"El gobierno dio informes detallados y siempre respondió por escrito a las preguntas de la congresista Lowey. Se le informó sobre las medidas de seguridad para evitar que caiga en manos de terroristas", reveló una fuente legislativa.
Los legisladores resaltaron que los fondos son para “mejorar la capacidad del Líbano para defender sus fronteras, detener el tráfico de armas, crear instituciones y luchar contra los elementos terroristas”.
Asimismo, los legisladores justificaron la medida de asistencia al considerarla como “imprescindible para la seguridad y la estabilidad de la región".
De acuerdo a lo consignado por el portal de noticias The Jerusalem Post, el Departamento de Estado presionó para revertir las trabas a la entrega de los fondos. Incluso se argumentó que “se ha sostenido durante mucho tiempo que los fondos son un importante contrapeso a la creciente influencia de Hezbollah y el poder militar”.
A todo esto Hezbollah ha declarado que se opondrá a cualquier acusación en el Líbano, lo que aumentó la preocupación ante un posible estallido de violencia en la región.
GB
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