Se canceló un encuentro internacional del Mediterráneo por tercera vez porque los estados árabes amenazaron con boicotearlo si Israel era invitado.
El consejero de seguridad nacional francés, Jean-David Levitte, le dijo a su contraparte israelí, Uzi Arad, que la conferencia de la Unión por el Mediterráneo había sido cancelada. Arad estaba en EE.UU. con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
La reunión estaba planeada para el 21 de noviembre en Barcelona. Se esperaba que los ministros de relaciones exteriores de Francia, España y Egipto hicieran un anuncio formal sobre la cancelación.
Los funcionarios israelíes mantuvieron charlas con los franceses para prevenir un anuncio que culpara a Israel, ya que temían que se le hiciera responsable debido a su negativa de extender el congelamiento de las construcciones de los asentamientos.
Los funcionarios franceses y españoles se dieron cuenta que el proceso de paz israelí-palestino ponía en peligro el encuentro, entonces intentaron salvarlo en las últimas semanas.
Cerca de 50 presidentes, primeros ministros y funcionarios de relaciones exteriores iban a presenciar la reunión.
Turquía se opuso al encuentro debido al ataque israelí de este año a la flotilla de ayuda humanitaria. La Autoridad Palestina puso objeciones sobre la construcción de los asentamientos de Cisjordania y la Liga Árabe lo hizo sobre el proceso de paz.
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