Una corte de Tel Aviv evitó la deportación de 12 niños de trabajadores inmigrantes ayer, luego de las peticiones de un grupo israelí que decían que los chicos estaban a pocos días de cumplir con los criterios recientemente publicados por el gobierno.
Según las líneas aprobadas el primero de agosto, los hijos de trabajadores extranjeros que hayan estado en el país por al menos cinco años antes de la decisión gubernamental y que están comenzando primer grado o alguno mayor este año serán elegidos para tener el status de residencia permanente.
El Teléfono Directo para Trabajadores Inmigrantes comenzó a enviar peticiones a la Corte Administrativa de Tel Aviv el mes pasado en nombre de niños que estaban anotados en jardines de infantes estatales y tenían menos de cinco años el día que el gobierno aprobó las nuevas condiciones.
El lunes, el juez Kobi Vardi, del Tribunal de Distrito de Tel Aviv, lanzó una suspensión temporal contra la inminente expulsión de los niños, explicando que las situaciones debería ser vistas caso por caso.
“En este punto las oportunidades de peticionar no pueden ser descartadas, tampoco podemos desechar la necesidad de investigar si dichos casos caen dentro de la definición del límite”, escribió Vardi en su informe decisivo y agregó que “considerando la gravedad del tema, y que los petitorios son de niños de cinco años y han vivido un período significante en Israel”, se puede aceptar el reclamo.
El Ministerio del Interior ya había elevado su oposición a la prescripción, diciendo que las familias podrían beneficiarse de ella.