El secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, expresó ayer su preocupación sobre el plan israelí de construir docenas de casas nuevas en el barrio Pisgat Ze`ev en Jerusalem y cerca de 1.000 unidades extras en Har Homa. Habló durante su encuentro con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en Nueva York.
Netanyahu y Ban discutieron sobre los esfuerzos de reiniciar las conversaciones de paz entre Israel y los palestinos. El jefe de la ONU expresó en un escrito publicado luego del encuentro que era “vital romper con el estancamiento diplomático, volver a las negociaciones y producir resultados”.
También se refirió a su preocupación acerca de los “planes para futuros asentamientos y para construir más en el este de Jerusalem”.
Netanyahu presentó la oferta israelí de retirarse del pueblo del noreste, Ghajar, localizada en la frontera de Israel y el Líbano, diciendo que planeaba convencer al gabinete para que aprobara el plan cuando volviera a Jerusalem. El primer ministro también habló sobre el fracaso de implementar las resoluciones del Consejo de Seguridad, incluyendo la 1701 que estaba apuntada a desarmar a las guerrillas, incluyendo Hezbollah.
La discusión también se refirió a la influencia iraní sobre la situación en el Líbano y la Franja de Gaza.
Durante el encuentro, Netanyahu condenó a la Organización Educacional, Científica y Cultural de la ONU por nombrar la Tumba de Raquel y la Cueva de los Patriarcas mezquitas.
“Por cerca de 4.000 años, el pueblo judío ha tenido una conexión especial con la Cueva de los Patriarcas. Más de un billón de personas están familiarizadas con este vínculo, que está documentado en el libro de los libros, la Biblia. Hechos históricos no deben ser distorsionados por propósitos políticos. Esto solo herirá el status de la ONU y la manera en que es visto por personas de todo el mundo”, destacó el primer ministro.