Hezbollah está planeando tomar control del gobierno libanés si la Corte Internacional de Justicia lo acusa del asesinato del primer ministro Rafik al-Hariri, según informaron fuentes de seguridad del Líbano.
Las fuentes le dijeron al diario A-Sharq al-Awsat que el grupo militante, la facción Amal y otros elementos pro-sirios estaban coordinando un golpe en Beirut y el sudeste del Líbano, que planeaban dividir entre ellos.
El jefe de Hezbollah, Sayyed Hassan Nasrallah, le pidió al país la semana pasada que suspendiera la cooperación con la investigación del asesinato del 2005 y acusó a los examinadores de enviar información a Israel.
Hezbollah, que está apoyado por Irán y Siria, armó su campaña contra el tribunal luego de que emergieran unos reportes en los últimos meses acerca de que el fiscal de la corte podría acusar a miembros del grupo.
“Cualquier llamado a boicotear el tribunal es un intento de obstruir a la justicia. El Tribunal Especial del Líbano continuará confiando en la completa cooperación del gobierno libanés y de la comunidad internacional, según su estatuto”, expresó un representante del tribunal.
Los comentarios de Nasrallah vinieron luego de que dos investigadores internacionales fueran obligados por una multitud a irse de la clínica de un doctor en el sudeste de Beirut, un bastión de Hezbollah, donde tenían una reunión para revisar unos archivos.
El tribunal condenó lo que llamó un “ataque a su personal” y dijo que no será eliminado de su investigación.
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