La guerrilla fundamentalista libanesa exigió la liberación del libanés Samir Kantar, que cumple desde hace 24 años una pena de cárcel de 542 años por participar en un atentado mortal. Israel prometió que lo liberará a cambio de «informaciones sustanciales» sobre la suerte de Ron Arad.
Tras las investigaciones sobre el ADN del hueso entregado por Hizbulá se abre de nuevo la tensión entre las partes negociadoras.
Moneda de cambio
No es la primera vez que el paradero de Ron Arad se utiliza como moneda de cambio en negociaciones. Después de que el Capitán Arad fuese capturado por miembros del Amal al sur del Líbano en 1986, fue trasladado a Beirut y personalmente custodiado por el jefe de seguridad de la misma, Mustafa Dirani.
El líder de la Milicia de Amal, Nabi Berri, anunció que tenía a Arad y propuso intercambiarlo por prisioneros chiítas y libaneses.
¿En manos iraníes?
A comienzos de 1988, Dirani rompió sus lazos con Amal por sus diferencias ideológicas, llevándose a Arad con él. Ese mismo año se constituyó un nuevo grupo llamado la ‘Resistencia de los Creyentes’. Arad permaneció prisionero del grupo de Dirani hasta comienzos de 1989.
Después de algunas negociaciones entre la ‘Resistencia de los Creyentes’ y los iranianos, Arad fue traspasado a manos de las ‘Guardias Revolucionarias’ iranianas, a cambio de una gran suma de dinero.
Fuentes en Israel creen que el Capitán Ron Arad es aún prisionero de ese grupo, y está detenido dentro del territorio de Irán. Rumores más recientes indican que tal vez ahora esté en manos de algún grupo iraní en el Líbano y que, por encima de todo, aún está vivo.