Sharon no adelantó un calendario preciso para la segregación, pero dijo que los palestinos tenían que «erradicar los grupos terroristas» rápidamente si no quieren que Israel imponga una solución y quedarse con menos territorio del que podrían lograr a través de la negociación.
«No debería haber dudas respecto a que este plan será aplicado en unos meses si queda claro en poco tiempo que los palestinos nos está preparados para volver a las negociaciones y trabajar de acuerdo con la Hoja de Ruta», dijo Sharon al diario israelí Yedioth Ahronoth el viernes.
El primer ministro dijo que, en todo caso, se agilizarían los trabajos en torno a la enorme barrera que Israel está construyendo en Cisjordania cuyo fin, según asegura, pretende mantener alejados a los suicidas. Los palestinos consideran el muro de alambres y cemento como un intento de anexionarse territorio.
El líder de la oposición israelí, Shimon Peres, criticó el plan de Sharon el viernes, sugiriendo que el primer ministro hacía imposible la Hoja de Ruta.
Al otro lado del espectro político, el jefe del YESHA, consejo que representa a los asentamientos judío, calificó el plan de Sharon de «destrucción del sionismo» y dijo que la coalición se enfrentará a problemas en el momento en que se intente trasladar a los colonos.
«Creo que se quedará sin gobierno y pienso que sus planes no podrá llevarlos a cabo al final», dijo Benzi Lieberman a Radio Ejército.
El primer ministro palestino, Ahmed Qurie, un político moderado, dijo el jueves que estaba decepcionado con la «amenaza» de Sharon e hizo un llamamiento a las negociaciones.
Las facciones islámicas prometieron destrucción para Israel y, con una campaña de atentados suicidas por delante, dijeron que no veían nada nuevo en el discurso de Sharon o nada que sugiriera un camino a la paz.
«Las acciones unilaterales no acaban con la ocupación y no ponen fin a la resistencia», dijo un alto mando del grupo Yihad Islámica en la Franja de Gaza.
/Por Corinne Heller/
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