Un importante responsable del Gobierno israelí, próximo del primer ministro Ariel Sharon, que inició hoy una visita oficial de tres días a Italia, rechazó las críticas del Papa Juan Pablo II contra la construcción en Israel del muro de separación con los territorios palestinos de Cisjordania.
«Al parecer el Papa cedió al clima que se respira en Europa, que quiere que se condene a Israel si se condena el terrorismo», declaró el alto representante del Gobierno
israelí que pidió permanecer en el anonimato. Para el responsable, Israel no quiere entrar en polémica con el Papa, pero tampoco va a dejar de construir esa obra que considera «defensiva».
El representante del Gobierno de Sharon recordó que «cada semana en Israel se registran más de cuarenta alertas de atentados con bombas». El Papa Juan Pablo II criticó por primera vez ayer domingo durante su homilía la construcción de un muro por parte de las autoridades israelíes y deploró el bloqueo del proceso de paz. Oriente Próximo «no necesita muros, sino puentes», declaró el Papa ante los miles de creyentes que asistían a la ceremonia en la plaza de San Pedro.
El pontífice afirmó también que para muchos la construcción de ese muro de separación «representa un obstáculo para la paz». Las palabras del Papa fueron criticadas hoy por el premio Nobel de la Paz Elie Wiesel. «Me esperaba otra reacción por parte del líder espiritual de una de las mayores religiones del mundo», declaró el escritor judío en una entrevista al diario ‘Il Coorriere della Sera’.
«Todo el mundo sabe que la barrera va a ser temporal, que si se firma la paz entre israelíes y palestinos, se derribará en menos de 24 horas», declaró. «En los últimos años el Papa ha combatido incansablemente el antisemitismo en todas sus formas. Pero un hombre en esa posición, que debe medir cada palabra, debería ser más cuidadoso y condenar específicamente el terrorismo», aseguró.
Israel está construyendo un muro de separación con los territorios palestinos de Cisjordania. Su objetivo, según Israel, es impedir el paso de comandos suicidas y proteger a la población de las colonias judías. Para los palestinos se trata del «muro de la vergüenza».