El canciller Abdulá Gul dijo que había “conexiones internacionales” en los ataques casi simultáneos, uno de los cuales impactó en la sinagoga más importante de la ciudad, Neve Shalom, mientras cientos de personas se congregaban para celebrar un bar mitzvah. “Es obvio que este ataque terrorista tiene algunas conexiones internacionales”, dijo Gul. La otra explosión impactó la sinagoga Beth Israel en el distrito de Sisli, haciendo que el techo colapsara y dejando toda la calle cubierta de escombros. Un informe dijo que filmaciones de cámaras de seguridad mostraban un Fiat rojo haciendo explosión enfrente de Neve Shalom –que en hebreo significa “Oasis de Paz”– y al chofer que había estacionado allí el auto alejándose de él. Pero el ministro del Interior turco, Abdulkadir Aksuhe, dijo que los atacantes pueden haber sido kamikazes, o pueden haber detonado los explosivos en los vehículos por control remoto. “En ambos casos, los atacantes condujeron sus vehículos hacia el lugar de las explosiones. Creemos que contenían el mismo tipo de explosivos, que son el mismo tipo de ataques terroristas”, sostuvo.
Enver Eker, que presenció el ataque de Neve Shalom, declaró: “Hubo un enorme pánico, con el vidrio que estallaba y trozos de metal en todos lados”. Sabri Yalim, jefe de los bomberos de Estambul, dijo que “las casas y los automóviles están completamente destruidos, como si el área hubiera sufrido un inmenso terremoto”. Isak Haleva, el Gran Rabino de Turquía, sufrió solo una herida ligera en una mano, pero su hijo Yosef fue herido en la cara y tuvo que operarse de un ojo. “Hacer algo así cuando la gente está rezando, realmente esto es lo peor de la conducta humana. Incluso los animales no actúan de modo tan vil”, dijo el Gran Rabino.
Alrededor de Beth Israel, metales retorcidos, ventanas rotas y trozos de ladrillo llenaban las calles. “Me tiré al suelo y todo se volvió oscuro”, dijo Rifat Haifi, que estaba orando en la sinagoga. “Luego, nos incorporamos y llevamos afuera a los heridos.” Otro miembro de la congregación, Roberto Abudara, dijo: “Súbitamente hubo una luz brillante y una explosión terrible. Y entonces vinieron los gritos”.
Se cree que Al-Qaida es responsable de la explosión de un coche bomba ante una histórica sinagoga en la isla tunecina de Yerba que mató a 21 personas, la mayoría de ellas turistas alemanes, en abril del año pasado. Desde un ataque en 1986, cuando hombres armados mataron a 22 fieles e hirieron a otros seis durante la oración del Sabbath, la seguridad en Neve Shalom ha sido estricta. Ese ataque fue adjudicado al grupo del palestino radicalizado Abu Nidal.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
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