La final promete ser pareja por cuanto Levi será votado por cuatro de las instituciones más grandes de la comunidad judía –la AMIA, Hebraica, Hacoaj y Macabi–, mientras que Hercman tiene peso en los colegios y sinagogas más chicos. De todas maneras, detrás de la pelea por los votos también existen marcadas diferencias entre ambos candidatos: Hercman reivindica lo hecho por Beraja, lo que incluye su postura de respaldo casi total al juez Juan José Galeano en la causa AMIA y el acercamiento en su momento con el menemismo, mientras que Levi es un crítico de aquella gestión.
La elección en la DAIA no se realiza por el voto directo de los integrantes de la comunidad judía, sino a través de unos 120 delegados que representan a clubes, sinagogas, colegios y otro tipo de instituciones. En general concurren a votar alrededor de unos 90 delegados de los 120 habilitados. Hace unos años, cada club, sinagoga, colegio o centro cultural tenía un voto, sin importar si tenía 100 socios o 10.000. Después de bastantes polémicas, hubo una pequeña mejora de la representatividad: las instituciones de envergadura, con miles de socios, tienen más de un voto. La AMIA, por ejemplo, tiene cuatro, la agrupación de mujeres WIZO, también cuatro; Hebraica, tres, Hacoaj, tres, Macabi dos y así sucesivamente.
Hasta esta semana, los candidatos a la presidencia eran tres, pero el ex directivo de Hacoaj, Alberto Indij, decidió que competirá por una vicepresidencia segunda, por lo que en la contienda participarán únicamente dos, con perfiles muy diferenciados:
– José Hercman es el actual presidente y va por la reelección. Fue vicepresidente y tesorero en la época de Beraja y no bien asumió la presidencia le dijo a Página/12: «Beraja fue un dirigente digno». Durante su mandato, Hercman mantuvo a cargo de la causa por el atentado contra la AMIA a Marta Nercellas, abogada personal de Beraja, y prácticamente no hubo autocrítica respecto del acercamiento con el menemismo en los ‘90. Hercman, como antes Beraja y su sucesor, el fallecido Rogelio Cichowolsky, tiene el respaldo de buena parte de las instituciones judías más chicas y más religiosas y en la organización que aglutina a las mujeres.
– Gilbert Levi, el candidato opositor, fue hace décadas secretario de cultura del Partido Socialista Argentino, luego presidente de Hebraica, titular del Keren Kayemet –la organización que respalda económicamente a Israel– y fue también presidente de la Fundación Memoria del Holocausto. «Yo sí creo en las ideologías y no debemos tener compromisos con el pasado», lo que traducido significa marcar distancias respecto del oficialismo y Beraja. El mayor respaldo de Levi está en la AMIA –que resolvió darle sus cuatro votos–, Hebraica, Hacoaj y Macabi, casi las cuatro organizaciones con mayor número de socios, aunque en la asamblea sumarán 15 de los cerca de 50 necesarios para ganar. Además, Levi recoge también apoyos entre distintas personalidades judías, entre ellas el escritor Marcos Aguinis.
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