GAZA (ISRAEL) | MADRID.- Ya son 145 kilómetros de hormigón armado, la quinta parte del total, los que separan a la población palestina de sus vecinos israelíes. Un muro que, a su conclusión, recluirá a los palestinos cisjordanos en la mitad de su territorio, principalmente las zonas urbanas. El domingo, diversas ONG de todo el mundo han convocado una jornada internacional de protesta contra la construcción del muro.
Ayer, el primer ministro palestino, Abu Ala, afirmó que la decisión del gobierno israelí de continuar la construcción de los 650 kilómetros de ‘valla de seguridad’ dañará a Israel a largo plazo. «Es asunto de Israel si quiere encasillarse entre el mar y el muro y alienarse de su entorno», aseguró el primer ministro.
Algunas ONG han denunciado que la primera fase de construcción del muro ha dejado a 20.000 personas sin medio de vida y patrimonio y ha arrasado miles de hectáreas de terreno y de pozos de agua en Cisjordania.
La organización de derechos humanos israelí, Btselem, aseguró que el recorrido de la barrera de separación recientemente aprobado por el Gobierno israelí dañará directamente los intereses de 875.000 palestinos y otros 263.000 se verán aislados en enclaves, entre ellos 115.000 personas encerradas entre la barrera y la «línea verde», que separa a Israel de Cisjordania.
Mapa de Cisjordania. En naranja, la zona que será Palestina. En amarillo, la que controlará Israel. La línea negra muestra el muro ya construido, la roja el que queda por hacer.
Nuevo recorrido
El pasado 1 de octubre, el Gobierno israelí aprobó una nueva fase de la «barrera de seguridad» y el recorrido que había propuesto las autoridades militares israelíes.
El texto de la decisión fue hecho público inmediatamente pero el mapa del recorrido ha tardado casi un mes en emitirse, afirma Btselem.
La nueva sección cubre 270 kilómetros: 140 kilómetros desde el asentamiento de Elqana, al sur de Kalkilia, hasta el campamento militar de Ofer, cerca de la ciudad de Ramala; 115 kilómetros desde el asentamiento de Har Gilo, al sur de Jerusalén, hasta el asentamiento de Carmel, en el sur de Hebrón; y 15 kilómetros a largo de la frontera noreste de la municipalidad de Jerusalén.
Casi 200 kilómetros ya en pie
Cerca de 200 kilómetros de la «valla de seguridad», aprobados previamente, ya están prácticamente completados.
Alrededor del asentamiento de Ariel la barrera se encuentra a 22 kilómetros de la «línea verde».
En total 44 asentamientos estarán situados al oeste de la barrera, y 65.000 hectáreas, un 11.6 por ciento de Cisjordania quedará aislado, entre la «valla de seguridad» y la «línea verde».
Se trata de un proyecto que ha recibido la condena de la comunidad internacional, incluido Estados Unidos, que lo considera una iniciativa motivada por razones claramente políticas y no sólo de seguridad.
Con la «valla de seguridad», que es apoyada por la gran mayoría de los israelíes, Israel espera impedir la entrada de atacantes palestinos que han matado a cientos de personas estos últimos tres años.