El jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, se reunió con las instancias centrales de la comunidad judía argentina en la sede de Pilar de la Sociedad Hebraica Argentina.
En la reunión participaron unos 40 dirigentes comunitarios y según precisó el presidente de Hebraica, Oscar Olender, la reunión fie a “agenda abierta” por lo que el jefe de Gobierno respondió sobre el escándalo de las escuchas ilegales a Sergio Burstein, miembro de la agrupación Familiares y Amigos de las Víctimas del Atentado a la AMIA.
“La posibilidad de esta visita es una idea que surgió en conjunto con la Agencia Judía de Noticias y forma parte de una serie de actividades que venimos desarrollando. En este caso participan todas las instancias centrales de la comunidad judía argentina”, precisó Olender en diálogo con AJN.
Macri llegó acompañado por el director general de Relaciones Institucionales, Claudio Avruj.
Olender destacó que “Hebraica está abierta a todas las opiniones” y advirtió que no se va a permitir que “ocurra lo mismo que pasó con la AMIA”, donde el jefe de Gobierno no pudo ir debido a la queja de los familiares de las víctimas del atentado.
Sergio Kuchevasky, director ejecutivo de Hebraica, indicó que el jefe de Gobierno porteño fue invitado para que “informe sobre lo ocurrido con AMIA, el caso de Ciro James y las escuchas y la situación con Sergio Burstein”.
Tras la fallida visita a la sede de la AMIA, Macri fue recibido por los representantes de la DAIA, AMIA, CUJA (Campaña Unida Judeo Argentina), KKL (Keren Kayemet LeIsrael) y FACCMA (Federación Argentina de Centros Comunitarios Macabeos), entre otras instituciones. El jefe de Gobierno porteño tenía previsto visitar el edificio de la calle Pasteur el pasado 16 de junio para reunirse con las autoridades de la AMIA, firmar una serie de acuerdos y rendir homenaje a las víctimas de los atentados a la AMIA y la Embajada de Israel.
La visita se frustró debido a que los familiares de las víctimas del atentado a la sede de la AMIA llamaron al presidente de la institución, Guillermo Borger, para solicitarle que Macri no sea recibido en el edificio de la calle Pasteur.
Justamente el año pasado durante el acto por el 15º aniversario del atentado terrorista, Macri fue blanco de las críticas de los familiares de las víctimas del atentado a raíz de la designación al frente de la Policía Metropolitana de Jorge “Fino” Palacios, en ese momento acusado y hoy procesado en la causa por encubrimiento del ataque terrorista.
A esto se sumó el escándalo por el espionaje contra Sergio Burstein, miembro de la agrupación Familiares y Amigos de las Víctimas del Atentado a la AMIA, por parte de Ciro James, causa en la que también fue procesado Macri.
Versiones periodísticas indicaban que la reunión entre la dirigencia de la AMIA y Macri tuvo que se trasladada a la Jefatura de Gobierno de al ciudad ante la amenaza de familiares de realizar un escrache para impedir el ingreso del jefe de Gobierno al edificio de Pasteur.
Sin embargo, Burstein negó haber amenazado con realizar esa protesta. “El que dijo que íbamos a hacer un escrache realmente tiene muy mala entraña. Realmente están haciendo un operativo de prensa para ensuciarnos. A nadie se le puede ocurrir que los Familiares y Amigos de las Víctimas del Atentado a la AMIA pensemos en un escrache, que tiremos huevos y que actuemos con violencia”, dijo el familiar a AJN.
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