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Tzvi Shalit, abuelo de Gilad, el soldado israelí que se encuentra prisionero de terroristas palestinos en Gaza desde hace 4 años, salió "agotado", pero no optimista de su reunión con el primer ministro Benjamín Netanyahu, a quien debió esperar varias horas.
El encuentro estaba previsto en el despacho del primer ministro, pero terminó realizándose en la Knesset (Parlamento israelí) y se centró en los esfuerzos que lleva a cabo el gobierno israelí para llegar a un acuerdo con Hamas para la liberación de Gilad.
Después de la reunión, Shalit, de 85 años, dijo: "Estoy agotado", y comentó que no era optimista acerca del futuro de su nieto.
Ayer, ante la Comisión de Asuntos Exteriores y de Defensa de la Knesset (Parlamento israelí), Netanyahu explicó que se había acordado la liberación de 1.000 prisioneros palestino a cambio de Shalit -450 de ellos considerados terroristas de Hamas, y los otros, como un gesto a Egipto-, pero se mostró en contra de que vayan a la Margen Occidental.
"No podemos liberar a terroristas peligrosos en lugares de la Margen Occidental, donde puedan matar a civiles israelíes", advirtió el primer ministro, quien agregó que la experiencia ha demostrado que pueden regresar al terrorismo.
No obstante ello señaló que "estamos constantemente buscando nuevas maneras de traer a Gilad a casa sano y salvo".
Netanyahu se presentó ante el comité para comunicar que el mediador alemán había presentado un nuevo plan, en el cual está trabajando desde fines del año pasado.
"El mediador alemán ha traído una oferta para intercambio de prisioneros, pero Hamas aún debe responder", y añadió: "Aunque no es una propuesta simple, la hemos aceptado".
"Mi responsabilidad es tanto traer de vuelta a Gilad a su familia y a su pueblo como tomar en consideración la seguridad de todos los ciudadanos de Israel", aseguró Netanyahu, quien informó que ya había hablado con la familia Shalit respecto de la última proposición.
"Les dije que los entiendo y me identifico con su terrible sufrimiento y sus expectativas".
CGG