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En su lugar, Heyman y su compañía desarrollaron el sistema Eco-Pack. La idea es simple: un marco ligero de plástico es ajustado con dos fundas plásticas. Los marcos, de tamaño estándar (pero puede ser producidos en cantidad).
El sistema Eco-Pack tiene unas pocas ventajas sobre la competencia, de acuerdo a su creador.Primero, puede ser vuelto a usar. Heyman dijo que su compañía siempre estará interesada en recomprar las cajas para revenderlas. Segundo, puede ser reciclado, tanto el marco como las fundas. Tercero, debido a que no tiene costados, ocupa menos espacio en las bodegas lo que se traduce en significativos ahorros en los costos de transporte. Además, es más barato menos en términos de materiales, energía y agua para producirlo debido a que es un marco y fundas plásticas en lugar de un contenedor de cuatro lados.
El reemplazar las fundas significa que la caja no necesita ser lavada. Las fundas pueden ser diseñadas bajo pedido con el logo y la información de la empresa.
Heyman dijo que sus productos cuestan alrededor de lo mismo o menos que las cajas de cartón para embalaje dependiendo de la cantidad.
El modelo del negocio incluye establecer sociedades en países del mundo para producir las cajas, en lugar de hacerlas en Israel y enviarlas al exterior. Ya cuentan con filiales en Italia, Inglaterra y Holanda, y Heyman viajará a Chipre y Sudáfrica.
Heyman tiene relaciones comerciales con 12 exportadores israelíes.
La compañía fue formada hace dos años y medio, pero solo hace poco completó la prueba y creación de su plan de negocios. Hasta ahora, 100,000 Eco-Packs fueron vendidos.
“Algunas compañías regresan después de probar otros embalajes. Se necesita modificar la línea de pensamiento para adoptar Eco-Pack, y las compañías son notablemente conservadoras”.Algunas modificaciones en las cintas transportadoras, de rodillos descubiertos a un sistema de cinturones son necesarias, a veces, lo cual significa que la compañía debe apreciar los ahorros que el producto traerá en orden de invertir en su uso
Como una señal de los tiempos cambiantes y la creciente consciencia ecológica mundial, Heyman inventó el producto básico hace 13 años, pero tuvo que dejarlo por falta de interés. “En esa época, nadie sabía qué hacer con él. Así que lo puse en el ático y lo reviví unos pocos años atrás”. Cidipal
(Traducción por el Consulado General H. de Israel en Guayaquil)