Inicio NOTICIAS Timerman y Taiana, dos perfiles muy distintos
Por Carlos Escude

Timerman y Taiana, dos perfiles muy distintos
Por Carlos Escude

Por
0 Comentarios

Conocí a Jorge Taiana cuando asistimos a la reunión del Movimiento de los Países No Alineados (NOAL) que se realizó en Ghana en 1991, cuando preparamos el camino para el abandono, por parte de la Argentina, de dicha agrupación. Yo era asesor del canciller Guido Di Tella y él era director de organismos internacionales de la Cancillería.

Desde un primer momento me impresionó como un hombre transparente y verticalista. Me dijo con sinceridad que discrepaba totalmente de la política de abandonar el NOAL y de nuestro alineamiento con Estados Unidos, pero que él acataba a sus mandos naturales y cumplía con sus deberes de funcionario. Posteriormente, la carrera de Taiana siguió un curso ascendente.

En mi opinión, Taiana es un peronista tradicional que se sintió cómodo como canciller mientras lo más visible de nuestra política exterior eran las confrontaciones retóricas con Estados Unidos.

Sospecho que se sintió realizado, siendo vicecanciller, cuando organizó la IV Cumbre de las Américas en Mar del Plata, a fines de 2005. Aquella reunión culminó con la humillación de George W. Bush, consumada por medio de la contracumbre simultánea, en la que la figura estelar fue Hugo Chávez. Y sospecho también que Taiana se sintió cada vez más incómodo cuando el carácter prooccidental de la política exterior de los Kirchner se fue haciendo más claro.

Imagino su malestar cuando su vertical disciplina justicialista lo obligó a acompañar, como responsable de la política exterior argentina, la decisión de sus jefes Néstor y Cristina de condenar a Irán por no cooperar con nuestra justicia. Esta fue una decisión clave de nuestra política exterior actual. Durante tres años consecutivos, 2007, 2008 y 2009, dos presidentes argentinos usaron la vidriera internacional más importante del orbe, la apertura de las sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, para reprocharle a Irán su negativa a extraditar a los sospechosos de haber perpetrado el atentado contra la AMIA. Dos de ellos son altos funcionarios de la mayor jerarquía: el ministro de Defensa y un ex presidente que hoy dirige la influyente Asamblea de Expertos.

Semejante gesto es completamente contrario a la ideología de Taiana.

El perfil del ex canciller presenta sutiles diferencias frente al de su reemplazante, Héctor Timerman. Ambos son progresistas y ostentan una lucida trayectoria en la defensa de los derechos humanos. Pero Taiana está más cerca del tercermundismo clásico, y Timerman, más cerca de los liberals norteamericanos.

Sin duda, Taiana está más cómodo batallando contra Bush, mientras Timerman está más cómodo intentando cooperar con Obama. Esta importante diferencia implica, por ejemplo, que el nuevo canciller probablemente trabaje para evitar que una nueva organización subcontinental, como la Unasur, sea utilizada como un instrumento para confrontar políticamente con EE.UU.

En los últimos meses se ha abierto una nueva etapa, más cooperativa, en las relaciones bilaterales con Estados Unidos. Esta mejoría viene registrándose en las elogiosas declaraciones de la secretaria de Estado Hillary Clinton, en las del ex presidente Bill Clinton y en el publicitado encuentro entre la presidenta Cristina Fernández y el presidente Barack Obama, en ocasión de la cumbre de seguridad nuclear.

En las nuevas circunstancias, el perfil de Timerman parece mucho más funcional que el de Taiana para la conducción de las relaciones exteriores argentinas.

El autor es director del Centro de Estudios Internacionales y de Educación para la Globalización de la Universidad CEMA.

También te puede interesar

Este sitio utiliza cookies para mejorar la experiencia de usuario. Aceptar Ver más