Los diputados que participaron en la sesión, de la que se ausentaron los árabe-israelíes en señal de protesta, pretenden retirar a Zoabi sus privilegios para viajar al exterior, emplear un pasaporte diplomático y pago por los costes de su defensa jurídica.
El diputado Dov Hanin, del partido judío-palestino de izquierda Hadash, arremetió contra el proceso contra Zoabi y acusó al comité de acosar a los diputados árabe-israelíes ejerciendo la labor de juez y fiscal. "Aquí el diputado Yariv Levin (el presidente del comité) ha asumido ambas labores. Se identifica plenamente con la función del fiscal, pero no vacila en presidir el comité", dijo, según recoge el diario ‘Yedioth Aharonoth’.
Durante la agitada sesión Levin expulsó a los diputados Ilan Ghilon (Meretz) y al propio Hanin de la sala por interrumpir el desarrollo.
Zoabi afirmó poco antes de comenzar la sesión que los diputados árabe-israelíes están siendo víctimas de una caza de brujas tras el incidente de la flotilla. Para Zoabi, el debate en la Knesset socava los fundamentos de la democracia y recordó que ha recibido numerosas adhesiones de la sociaedad israelí.
"He recibido mensajes de gente que ni siquiera conozco y que comprende lo que llevo meses diciendo, que los miembros del partido Balad son víctimas de una caza de brujas", afirmó Zoabi en declaraciones al diario ‘Haaretz’.
Antes de la sesión, el presidente del comité, Levin, acusó a Zoabi de haber traicionado al Estado de Israel y dijo que debería ser juzgada por ello. "Lo que ha hecho Zoabi es ir demasiado lejos e incluso en una democracia debe haber límites. Quien navegue hacia Hamás apoya el terrorismo", dijo.