Irena Sendler, una trabajadora social católica, fue honrada finalmente por la Liga Anti-Difamación (ADL) por su heroísmo en arriesgar su vida para salvar alrededor de 2.500 niños judíos del Gueto de Varsovia durante el Holocausto.
La ADL se presentó ante la hija de Irena en Varsovia para honrar el coraje de su madre.
“Hubo actos de valentía y de decencia humana durante el Holocausto, historias para dar testimonio de la bondad, el amor y la compasión. Irena Sendler fue uno de esos individuos que han desafiado las probabilidades y arriesgó su vida para salvar judíos durante este período sombrío de la historia humana. Ella era un faro de luz, y un recordatorio para el resto de nosotros de que una vida verdaderamente puede hacer una diferencia", expresó Abraham H. Foxman, Director Nacional de ADL y sobreviviente del Holocausto.
Cuando la Alemania nazi invadió Polonia durante la Segunda Guerra Mundial, Irena era una asistente social de 29 años, en Varsovia. Cuando los judíos de la ciudad se vieron forzados a irse al gueto de Varsovia, Irena buscó una forma de ponerse en acción y ayudarlos.
Fue así que se convirtió en jefe de la oficina de los niños de Zegota, una organización clandestina creada para salvar judíos. Después de convencer a los padres judíos de desprenderse de sus hijos y, junto a un grupo de voluntarios, transportaban a cientos de bebés, niños pequeños y adolescentes fuera de los muros del gueto y a un lugar seguro.
Mediante la emisión de documentos falsos con firmas falsificadas, Irena pudo trasladar a los niños a orfanatos o conventos. Ella llevaba un registro de las identidades de los niños y lo ocultaba en un frasco enterrado en el patio de un vecino.
En octubre de 1943, después que los nazis se dieron cuenta de sus actividades, Irena fue encarcelada y torturada por la Gestapo.
Sin embargo, se negó a traicionar a sus colaboradores y a cualquiera de los niños en la clandestinidad.
Irena fue condenada a muerte, pero se salvó en el último minuto cuando algunos integrantes de su organización sobornaron a agentes de la Gestapo para detener la ejecución. Luego de escapar de la prisión, fue perseguida por los nazis durante el resto de la guerra.
Después de la Shoá, Irena recuperó el tarro de nombres y comenzó a buscar algunos de los niños para reunirlos con sus parientes. Aunque, trágicamente, muchas de las familias de los niños habían muerto durante el Holocausto.
La señora Sendler continuó viviendo en Varsovia después de la Segunda Guerra Mundial. En 1965, Yad Vashem la reconoció como Justa entre las Naciones.
En 1991, fue nombrada como ciudadana honoraria del Estado de Israel y en 2003 recibió el Premio Jan Karski al Valor y Coraje. Irena falleció en mayo de 2008 a la edad de 98.
En 1987, la ADL creó un premio único para honrar a los que ayudaron de alguna forma a los judíos durante la era del Holocausto. El reconocimiento es una placa con bajorrelieves que representan los hechos de los salvadores excepcionales.
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