Desde el operativo “Plomo Fundido”, en enero de 2009, que no se veía algo igual. Y no es el último capítulo. Israel vuelve a estar en el banquillo de los acusados como consecuencia de su intento de frenar la entrada a Gaza de una flotilla de activistas pro palestinos de diversos orígenes, y por errores militares y de inteligencia en la coordinación y ejecución del operativo. El propio jefe de las Fuerzas Armadas israelíes, Gral. Gaby Ashkenazi, admitió que los soldados que abordaron el barco turco “Mavi Marmara” no contaban con suficientes armas para la dispersión de los manifestantes y se toparon con una situación desbordada, que los obligó a usar armas de fuego.
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Un video de la televisión qatarí -que cubría el viaje de propaganda- confirma estos hechos, al mostrar cómo eran apaleados y apuñalados los soldados que se deslizaban desde helicópteros y los gritos histéricos de alguien a bordo de la nave, diciendo que estaban apuñalando y golpeando a los marinos con barras de hierro. Varios soldados se tiraron al mar ante el ataque de una treintena de los 500 pasajeros de la nave.
Aun así, la condena mundial no se hizo esperar ante la muerte de al menos 9 civiles que iban en el barco. Turquía, Rusia, Francia, Italia, países árabes y hasta el Vaticano repudiaron la forma en que Israel manejó la operación, obviando las reiteradas advertencias israelíes a los incursores de la flotilla.
El viceministro de Relaciones Exteriores de Israel, Daniel Ayalón, expresó que "fue una provocación sin sentido y premeditada. Los organizadores son conocidos por su relación con la Jihad Global y Hamas. La ayuda humanitaria no era tal, y de haber sido el caso, deberían haber aceptado nuestra ayuda por los canales que impiden el paso de armas".
"El hecho de permitir el ingreso de esos barcos a Gaza habría abierto un corredor de amas y terroristas, con los inevitables resultados en muertes de civiles. Ningún país soberano toleraría semejante violencia contra su población civil, su soberanía y el derecho internacional", expresó.
Otras fuentes del ejército israelí aseguraron que los participantes del convoy no eran para nada inocentes. "Estaban esperando que nuestras fuerzas arribaran."
Huwaida Araf, uno de los organizadores de la flotilla, dijo que "nuestro objetivo es llegar a Gaza, más allá de cualquier intimidación o amenaza de violencia en nuestra contra. Tendrán que frenarnos por la fuerza".
Cabe destacar que el resto de los cinco barcos fue abordado sin graves incidentes y sólo en el “Marmara” había gente armada, para generar un nuevo impacto mediático negativo sobre Israel.
Ahora vendrán los pedidos de condena, un agravado deterioro en las relaciones con Turquía, el aumento de la soledad de Israel en la región y de la legitimidad de Hamas en la calle palestina.
Cabe destacar que:
1) Los organizadores de la flota rechazaron las advertencias israelíes realizadas por vía diplomática.
2) Si los organizadores hubiesen aceptado que se revisaran los insumos en el puerto israelí de Ashdod, la ayuda habría llegado a destino por los pasos fronterizos, previo chequeo de que no hubiesen armas. Tampoco se usaron los canales tradicionales, como ser la ONU o la Cruz Roja. De esa forma, el pasado año ingresaron a Gaza 5.300 camiones con provisiones. Cabe destacar que del “Marmara” se requisaron estructuras de hierro que Hamas utiliza, en Gaza, para construir refugios para sus terroristas y cohetes.
La intención era quebrar el bloqueo de seguridad impuesto por Israel desde que Hamas llegara al poder, en 2007. Por otro lado, se obvia que Israel suministra todos los días combustible, energía eléctrica, medicamentos y otros insumos vitales a una zona gobernada por terroristas que no aceptan la existencia de Israel y han tomado a su población como rehén, algo admitido por la propia Autoridad Nacional Palestina.
3) Ningún país del mundo habría aceptado un asalto de esta naturaleza a su soberanía y tal trasgresión al derecho internacional, que conlleva una amenaza a su seguridad y un violento ataque a civiles y soldados.
Por su parte, el embajador de Israel en la Argentina, Daniel Gazit, aseguró que los organizadores de la flotilla tuvieron éxito en su objetivo, que era denigrar la imagen de Israel, a la vez que expresó que Hamas aprovechó la oportunidad para sabotear el reinicio de las conversaciones de paz.
Gazit admitió que es complicado luchar contra este tipo de campañas, que utilizan eslóganes pacifistas y humanistas: "Se quiso ayudar a un enemigo declarado de Israel bajo el pretexto de la ayuda humanitaria".
Entretanto, en nuestro país, ya se registraron las tradicionales puestas en escena del Partido Obrero, Convergencia Socialista y otros activistas antisionistas, frente a la Embajada de Israel, "en defensa de los derechos humanos de los palestinos". Claro que "olvidaron" hacer lo mismo hace algunos días, cuando Hamas ejecutó, sin proceso judicial alguno, a varios palestinos acusados de espiar en favor de Israel.
* Codirector del periódico Comunidades.