"El objetivo de esta flotilla es exclusivamente político y propagandístico: apoyar al Gobierno del grupo terrorista Hamás", que controla la Franja desde junio de 2007, reza el comunicado, en el que se subraya que "de hecho, algunas de las organizaciones participantes financian grupos terroristas islamistas radicales".
Por otra parte, considera que el modo en que han actuado sus participantes demuestra que su verdadero objetivo no son "las razones humanitarias" puesto que han rechazado la propuesta del Gobierno israelí de "hacer llegar la ayuda humanitaria a través del puerto de Ashdod, a pesar de las garantías" que el Ejecutivo ha dado de que se hará llegar a Gaza a través de la ONU una vez inspeccionada la carga.
Asimismo, prosigue, los organizadores de la ‘Flota de la Libertad’ han "rechazado la petición de los familiares del soldado secuestrado Gilad Shalit de hacerle llegar una carta de sus padres". La familia de Shalit había pedido a los participantes de la flota que además de reclamar el fin del bloqueo sobre Gaza pidieran a Hamás que permita que Shalit, secuestrado por milicianos palestinos desde junio de 2006, reciba paquetes de su familia y la visita de organismos internacionales, algo que rechazaron.
Además, subraya la Embajada israelí, "la cantidad de ayuda humanitaria que dicen pretender hacer llegar a Gaza no llega ni a la mitad de la que semanalmente entra desde Israel a la Franja de Gaza desde hace meses".
Los organizadores de la iniciativa –la fundación humanitaria turca Insani Yardim Vakfi (IHH), la Campaña Europea para Acabar el Asedio de Gaza (ECESG), la campaña griega y la sueca ‘Barco a Gaza’ y el Free Gaza Movement (Movimiento Gaza Libre)– informaron de que llevan una carga de 10.000 toneladas de suministros médicos, materiales de construcción, material educativo y 500 vehículos eléctricos para discapacitados, además de 100 casas prefabricadas para familias víctimas de la ofensiva ‘Plomo fundido’ que Israel llevó a cabo a principios de 2009.
Así las cosas, la Embajada considera que "los organizadores y participantes sólo pretenden montar una operación de propaganda y no una verdadera misión de ayuda humanitaria". "No es más que una provocación al servicio de las mentiras de Hamás", denuncia la legación diplomática, cuyo portavoz, Lior Haiat, quiso dejar claro que "en Gaza no hay crisis humanitaria". "En el mundo hay decenas de países con crisis humanitarias mucho más graves y no hemos visto a estos activistas llevando ayuda a estos lugares", lamentó.