La fiscalía del Estado de Israel presentó hoy, ante un tribunal de Haifa, un acta de acusación contra dos detenidos activistas árabes-israelíes sospechados de ser espías de Hezbollah.
El primer sospechoso, Ameer Makhoul, fue acusado de reunirse en secreto con agentes de Hezbollah en Dinamarca en el 2008.
Según la fiscalía, en la reunión secreta, Makhoul acordó en espiar a Israel para el grupo chiita musulmán. El acusado le entregaba las misiones específicas al grupo terrorista y les informó sobre los programas informáticos para enviar información cifrada a través de Internet.
En otras misiones, a Makhoul se le pidió facilitar detalles sobre la seguridad en torno al jefe del Shin Bet, Yuval Diskin, en una base del Mossad en el centro de Israel. El sitio de Haifa fue atacado por cohetes de Hezbollah durante la guerra de un mes con Israel en 2006.
El espía acusado ha negado todos los cargos en su contra y dijo que: "este procedimiento legal no es válido. Rechazo todas las acusaciones”.
A su vez, según publico el diario israelí Haaretz, Ameer declaró frente a periodistas que “ve las acusaciones como un globo que va a estallar muy pronto”.
El otro acusado, Omar Sayid fue detenido cuando intentaba cruzar la frontera a Jordania el 24 de abril y Makhoul el 6 de mayo.
La semana pasada los abogados de Makhoul aseguraron que los encargados de interrogar a Ameer lo torturaron durante un período de dos semanas después de su detención, en el que se les negó la posibilidad de acceder a sus defensores.
El servicio de seguridad secreta de Israel negó las acusaciones y declaró que "el interrogatorio se llevó a cabo de plena conformidad con los reglamentos y la ley".
Los abogados de los acusados, Hassan Jabareen, Orna Kohn y Hussein Abu Hussein, dijeron que estaban considerando medidas legales tales como una petición ante el Tribunal Superior de Justicia, ya que les fue denegada la solicitud de ver los registros médicos de Makhoul en la cárcel.
148
CY-GL