En la Casa de las Américas, España, tuvo lugar un encuentro con un panel integrado por el Juez Baltasar Garzón y el Juez Daniel Rafecas.
Según el presidente de AMIA, Guillermo Borger, quien estuvo en el encuentro, los panelistas disertaron y contaron sus diferentes experiencias destacando la valentía del Juez Garzón de dar a luz los vejámenes sufridos "especialmente" por los judíos desaparecidos durante la dictadura militar.
La situación del juez español es complicada. El Poder Judicial de su país lo inhabilitó temporalmente como magistrado de la Audiencia Nacional mientras es juzgado por presunto prevaricato al investigar los crímenes del franquismo.
Al respecto, el Juez federal Daniel Rafecas manifestó su apoyo al juez Garzón, en diálogo con la Agencia Judía de Noticias. Además destacó que “es impensable” la circunstancia que enfrenta el magistrado. No solamente es impensable “que sea rechazada su posición, sino además sea acosado, procesado, suspendido, eventualmente condenado y apartado de sus funcionales por aplicar lo que la comunidad internacional exige en ejercicio en todos los países; que es claramente la consigna de remover todos los obstáculos jurídicos y materiales que atenten a lo que constituye los crímenes de lesa humanidad”.
En este sentido, destacó que “seguimos con mucho apoyo al Juez Garzón en este momento tan difícil que esta viviendo”.
El Juez Rafecas recordó que la sentencia de Garzón de 1998 “fue determinante para provocar la reapertura de los procesos judiciales en Argentina”.
Por su parte, el presidente de AMIA expresó su sentida emoción por la valentía de los Jueces Rafecas y Garzón, e hizo referencia a la actitud del Juez español relacionada a la dictadura argentina. “A pesar de reclamar por justicia desde España, el mundo consideró que era valido y necesario ‘pelear’ universalmente cuando se avasalla seres humanos y con especial saña en el caso de los judíos, sintiéndome más sensible aún por ser hijo de sobreviviente de la "shoá"”.
Volviendo a la sentencia del año 1998, el juez Rafecas destacó que fue “muy importante porque fue la primera vez que un magistrado judicial dio por probado y reconocido, a través de documentos testimoniales y pruebas documentales, el elevado antisemitismo y la sobre representación del colectivo judío en lo que fueron los secuestrados y desaparecidos de la ultima dictadura”.