El alguna vez poderoso río Jordán, donde los cristianos creen que Jesús fue bautizado, es ahora poco más que un arroyo contaminado, que podría desaparecer el año que viene a menos que el deterioro sea detenido, advirtieron ecologistas de Amigos de la Tierra y el Medio Oriente (FoEME, por su sigla en inglés).
Según un informe de la ONG, el río “se ha visto reducido a un goteo al sur del Mar de Galilea, devastado por la sobreexplotación, la contaminación y la falta de gestión regional".
Con el paso de los años, entre Israel, Siria y Jordania han desviado más del 98% de su caudal.
El flujo restante corresponde a aguas servidas o saladas o aquellas que se destinan a los criaderos de peces o la agricultura, explicaron ambientalistas de Israel, Jordania y la Ribera Occidental al presentar el informe, en Amman.
"Sin una acción concreta, se espera que la LJR (sigla en inglés que refiere a la parte inferior del río Jordán) se seque hacia fines de 2011", precisaron.
El río se extiende por 217 kilómetros, entre el Mar de Galilea y el Mar Muerto, y sus afluentes son compartidos entre los citados países y Siria.
CGG