El atentado fue perpetrado a las 17.30 hora local (14.30 GMT) en la parte delantera del autobús número 14 A, que hace el recorrido entre los barrios de Beit Hakeren y Talpiot, y la deflagración se registró en la mitad del trayecto en la calle Yafo frente a un pequeño centro comercial.
La explosión se escuchó en el centro de Jerusalén e inmediatamente después las ambulancias y equipos de rescate acudieron al lugar de los hechos, donde los artificieros intentaron desactivar otro explosivo que al parecer se encontraba en el interior del autobús.
Muchos de los edificios colindantes presentaban los cristales destrozados a causa de la onda expansiva y en medio de un caos generalizado los heridos, alrededor de una treinta, fueron evacuados a diferentes hospitales de la ciudad.
La explosión se produjo en una zona concurrida de la ciudad muy próxima al mercado Mahané Yehuda.
De momento ninguna organización ha asumido la autoría del atentado.
El atentado se produce un día después del ataque frustrado con helicópteros Apache contra el portavoz de HAMAS en Gaza, Abdel Aziz Rantisi, que sin embargo, acabó con la vida de dos personas e hirió a más de treinta.
Rantisi aseguró desde la cama del hospital de Shifa donde fue operado de heridas en su pierna izquierda que la «resistencia palestina» continuaría y que ningún israelí estaría a salvo.