Los ‘últimos gestos de buena voluntad’ del ‘premier’ israelí, Ariel Sharon, tratan de preparar el terreno de la reunión tripartita que celebrará con el presidente de EEUU y el primer ministro palestino en la localidad jordana de Aqaba.
Esta medianoche, el Ejército israelí levantó el sitio impuesto el pasado mes de abril en Gaza y Cisjordania, una medida que permitirá la entrada en Israel de 10.000 obreros palestinos. Sharon había prometió a Majmud Abas (Abu Mazen) el pasado jueves el regreso a sus puestos de trabajo de 25.000 obreros que carecen de fuentes de ingresos en Cisjordania y Gaza, y ampliar la zona de pesca en la costa de este último territorio sobre el Mediterráneo.
Además, en breve, serán excarcelados más de 100 prisioneros «administrativos» palestinos, que no han sido procesados y que fueron detenidos con el argumento de que «eran peligrosos». El pasado día 11, ya fueron liberados 70 presos.
Según fuentes israelíes, estas medidas tienen por objeto fortalecer al Gobierno del primer ministro de la Autoridad Nacional Palestina, Abu Mazen, entre los palestinos, y alentar a la vez la posibilidad de reanudar el proceso de paz con la ayuda de la «hoja de ruta» que el Cuarteto de Madrid propuso hace un mes a ambas partes.