La decisión del gabinete de incluir la Tumba de Raquel y la Cueva de los Patriarcas en la lista de sitios de herencia nacional podría desatar una guerra, según dijeron líderes palestinos. El presidente de la Autoridad Palestina (AP) Mahmoud Abbas dijo el martes que la decisión israelí sobre los dos lugares, ubicados en Hebrón y Belén fue una “grave provocación que podría desencadenar una guerra religiosa”.
Desde el parlamento en Bruselas, Abbas dijo que la decisión israelí fue consecuencia de un pedido del presidente estadounidense Barack Obama para generar confianza con el pueblo palestino.
“Hemos alcanzado una etapa crítica que requiere una actividad internacional coordinada e intensiva dado que debemos frenar la construcción en asentamientos. Estos están matando el proceso de paz y contradicen los compromisos de Israel derivados de la Hoja de Ruta y de otros acuerdos”, dijo.
También indicó que espera que la Unión Europea juegue un papel más activo en el caso. “Cualquier demora llevará a que se terminen las opciones de paz y enviará a la región a una nueva ola de violencia”.
El primer ministro de Hamas en Gaza, Ismail Haniyeh, presentó una postura mucho más firme. Pidió a los palestinos que lancen una nueva intifada a modo de protesta sobre la decisión de agregar los dos sitios a la lista de los de herencia.
Haniyeh dijo que la decisión de Israel demuestra una total falta de respeto hacia el equipo palestino de negociaciones. También indicó que todas las decisiones de Israel son nulas y que no representan obligaciones para los palestinos. “Jerusalem es nuestra, la tierra es nuestra y Dios está con nosotros. No aceptaremos esas decisiones y éstas no tendrán consecuencias”.
GL
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