Tres amigos se unieron para crear la primera cadena de helados destinada al público ultra ortodoxo. Dos de ellos provienen de la industria de los alimentos, mientras que el otro era el titular de una óptica.
Los empresarios planean abrir 25 sucursales este año en Jerusalem, Bnei Brak, Beit Shemesh, Safed, Ashdod, Haifa y Beitar.
Con el fin de evitar que los niños y niñas se sienten juntos en la heladería las tiendas sólo ofrecen servicios de comida para llevar.
Hasta el momento, los jaredí sólo habían podido disfrutar de los helados industriales que se venden en los supermercados y en varias tiendas que vendan helados permitidos por la comunidad ultra-ortodoxa.
"En nuestro público hay un gran deseo de consumir helados de alta calidad, bajos en grasa y con un alto nivel de kashrut. Vamos a llenar este vacío con una nueva cadena de helados.", afirmó uno de los propietarios.
Aproximadamente 187 mil dólares se invertirán en cada local, según informó Ynetnews.
AF