Durante el mismo se analizarán temas candentes tanto para Israel como para las diversas comunidades judías latinoamericanas, entre los que se destacan el recrudecimiento del antisemitismo y la influencia del gobierno iraní en varios de los países en la región como también la campaña que se está llevando a cabo con la finalidad de deslegitimar la existencia del Estado hebreo.
Uno de los hechos que marcan la relevancia de este encuentro es que sus participantes serán recibidos mañana por el presidente Shimon Peres antes del inicio de las deliberaciones. Otro, que los ministros Iosi Edelstein y Avigdor Lieberman han de participar de la reunión.
Que el gobierno israelí se ocupe de lo que está ocurriendo en Latinoamérica es, por un lado, consecuencia de la tarea que la dirigencia comunitaria viene realizando desde hace ya varios años, planteando tanto en el último Congreso Sionista hace ya casi cuatro años, como en las semestrales sesiones del Vaad Hapoel del movimiento sionista mundial, que se efectuaron posteriormente, la relevancia del tratamiento de estos temas en vista a la situación que se viene produciendo, en especial a partir de la Segunda Guerra del Líbano y que se incrementó en gran forma desde durante la operación Plomo Fundido en la Franja de Gaza, ejecutada por el ejercito israelí entre los últimos días del 2008 y el 19 de enero del 2009.
Pero también este encuentro de líderes judíos se relaciona con cierta modificación producida en los lineamientos de la política exterior israelí, iniciado por Tzipi Livni e intensificado por Avigdor Liberman, a fin mejorar la imagen de Israel y de tener mayor presencia en los países con los que mantiene relaciones diplomáticas.
En representación de la comunidad judía de la Argentina han de participar del seminario los presidentes de la AMIA, Guillermo Borger, de la DAIA, Aldo Donzis, y de la Organización Sionista Argentina (OSA), Carlos Frauman, quienes antes de viajar coordinaron el discurso que expondrán durante la disertación.
También participan Pablo Grinstein, vicepresidente internacional de B’nai B’rith en representación de los distritos latinoamericanos, y Claudio Epelman, director del Congreso Judío Latinoamericano.
Que los presidentes de las tres instancias centrales de la comunidad judía de la Argentina hayan coordinado lo que han de exponer es un hecho por demás importante pues de esa manera la imagen que se trasmitirá por una parte incluirá las visiones que cada una de ellas tiene respecto a la situación que atraviesa la comunidad, y por otro marcará que, ante problemas del calibre que han de considerarse, nuestra comunidad está unida.
Pero es necesario que frente a los temas diarios que cada una de las instancias centrales comunitarias debe enfrentar, en base a sus respectivas incumbencias, también se coordinen las opiniones que se expresan a los medios, pues no es para nada agradable, y mucho menos conveniente, que mientras los responsables de una de ellas actúan de una manera, los de otra afirmen lo contrario.
Con esto no estamos diciendo que las tres instancias deben opinar igual, sino que en el caso de que sus opiniones sean distintas lo especifiquen, y expliquen los motivos por los que difieren.
Decimos esto pues estamos seguros que en los próximos meses, o quizás semanas, las instancias centrales deberán tomar decisiones trascendentes, por ejemplo respecto a la investigación del atentado a la AMIA.
EACH-GB
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