En general, Rusia ha resistido a las nuevas sanciones, pero ha mostrado una creciente frustración en la última semana como Irán continúa con el enriquecimiento de uranio a pesar de la presión internacional.
Para los países occidentales el enriquecimiento está destinado a producir armas nucleares.
No obstante, la prensa rusa no hizo mención de Irán en los informes sobre las declaraciones realizadas antes de la reunión que el presidente ruso Dmitry Medvedev mantuvo con Netanyahu.
El premier israelí reclamó un bloqueo sobre el comercio de energía de Teherán. "Las sanciones tienen que centrarse en la importación y exportación de combustible", precisó.
Netanyahu elogió a los funcionarios de Rusia para mostrarse "un entendimiento".
"Puedo decir sin duda que Rusia entiende que es necesario impedir que Irán obtenga armas nucleares y que entiende que hay que tomar medidas", dijo el primer ministro.
"Confío en lo que nos ha dicho el presidente de Rusia, cuyas decisiones son impulsadas por las preocupaciones de la estabilidad regional", destacó.
Israel está profundamente preocupado por el programa nuclear de Irán, que se ha expandido en el desafío de cinco resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas – y tres conjuntos de sanciones de la ONU – dirigida a presionar a que se congele el enriquecimiento.
Rusia también ha causado preocupación en Israel con su contrato de venta de misiles S-300-aire de largo alcance a Irán, lo que impulsaría significativamente la capacidad de defensa de Irán.
Netanyahu hizo una visita secreta a Moscú en septiembre pasado, después de que surgieron rumores de un carguero ruso secuestrado que llevaba armamentos supuestamente con destino a Irán.
GB