El informe plantea cuestiones fundamentales de la jurisdicción universal y el derecho internacional que podrían tener consecuencias a largo plazo no sólo a Israel sino para Estados Unidos y otras democracias, según alertó el Comité de Asuntos Públicos de Israel y América (AIPAC). En otras palabras, no es sólo la nación judía la que se ve amenazada por este tipo de informes, sino también las democracias del mundo.
Por eso, consideró de vital importancia para el Congreso y la administración, apoyar a Israel en sus esfuerzos por combatir este informe y la negación de su derecho a la autodefensa.
En ese sentido, una de las críticas realizadas por la organización al informe es que el documento acusa erróneamente a Israel de lanzar deliberadamente ataques contra civiles con fines políticos. Además, resaltó los interrogantes que plantea el reporte sobre los derechos que tienen las naciones a defenderse de los ataques terroristas –como por ejemplo, los lanzados por Hamas contra Israel-.
Por eso, AIPAC citó las declaraciones del Subsecretario de Estado para Democracia, Derechos Humanos y Trabajo Michael Posner, quién afirmó que el documento es incapaz de “tratar adecuadamente la naturaleza asimétrica de la [de Gaza] conflicto o asignar la responsabilidad correspondiente a Hamas por su decisión de basar su trabajo y sus operaciones militares en gran medida en zonas pobladas por civiles urbanas".