El escritor y periodista Bernardo Ezequiel Koremblit falleció ayer a los 93 años. En diálogo con la Agencia Judía de Noticias, allegados a él expresaron su pesar por la pérdida y destacaron su humor, picardía y talento.
Moshé Korin, director de Cultura de la AMIA, expresó: “Era un hombre lleno de fortaleza, dinamismo, simpatía, inteligencia y talento. Un judío asumido. Un escritor argentino que se hizo cargo de su judaísmo”.
“Le encantaba el idish. Era un amante de Israel, orgulloso de su estirpe y su cultura. En él se producía un mosaico de la cultura argentina, universal y judía. Hemos perdido un gigante de la comunidad”, lamentó.
Respecto a su estilo literario, Korin explicó: “Era un intelectual que produjo un estilo vital plasmado en la estética, en la filosofía en el lenguaje, en la literatura y en la misma tradición judía”.
Por su parte, el actor Max Berliner, amigo del escritor, lo definió como un genio y como “un hombre de mucha cultura”. Además señaló: “Era un judío cien por cien, reconocido por todo el mundo, tanto por los miembros de la colectividad como por los que no lo eran”.
El director de cultura de la AMIA también habló sobre el humor que caracterizó a Korenblit: “Quienes hemos tenido la fortuna de ser sus interlocutores sabemos que esa suerte de fascinación que ejercían sus palabras, su agudo pensamiento y su filoso humor: Era una multiplicidad de personajes, un calidoscopio”.
Korenblit adoraba los contrastes y las oposiciones arriesgadas que lindaban con la trasgresión, el absurdo y la paradoja. Buscaba con delicadeza los términos y se fascinaba con los juegos de palabras, según destacó Korin.
Respecto a la relación del escritor con la política, Korin afirmó que “a Korenblit le parecía que no correspondía establecer tal vínculo porque todos los movimientos políticos perdieron el brillo. A la figura del escritor comprometido opuso el compromiso con la literatura”.
La comunidad judía lamenta la muerte de Korenblit. Así lo reflejó Max Berliner, quien dijo “Nadie va a olvidar sus conferencias y charlas llenas de humor y picardía. Tenía un humor muy dulce y picante”.
Por último, la pintora Rachel Lebenas indicó a esta agencia que esta es una gran pérdida “no solo para la colectividad judía sino para el mundo y la Argentina, ya que era uno de los más grandes escritores que quedan” y concluyó: “Cada palabra suya fue un hallazgo. Tenía un humor único”.
Koremblit nació en Buenos Aires en 1920 y se inició en el periodismo en Crítica a los 17 años. Recibió el Premio Nacional de Literatura, el Premio Municipal y los premios de Argentores, de la Fundación Argentina para la Poesía, del Fondo Nacional de las Artes, Konex (en 1984 y 1994) y Santa Clara de Asís.
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