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Escuchas: La DAIA exige a la Justicia que investigue hasta las últimas consecuencias el escándalo de las escuchas telefónicas

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La comunidad judía argentina reclamó a la Justicia que “investigue hasta las últimas consecuencias” el escándalo de las escuchas telefónicas, en el que se vio afectado Sergio Burstein, miembro de la agrupación Familiares y Amigos de las Víctimas del Atentado a la AMIA.
“Nuestra institución considera que esto debe ser investigado por la Justicia hasta las últimas consecuencias”, dijo el vicepresidente de la DAIA, Angel Schindel, en declaraciones a la Agencia Judía de Noticias (AJN).
Schindel afirmó que “en la Argentina de hoy nada sorprende” y no descartó la posibilidad de que las escuchas se extiendan a otros familiares de las víctimas de AMIA o dirigente comunitarios.
“Creo que cualquier persona que tenga actuación pública o que puede trascender puede ser víctima de este sistema. La verdad que no me sorprende absolutamente nada, la capacidad de asombro no existe”, expresó el vicepresidente de la representación política de la comunidad judía argentina.
Consultado sobre la posibilidad de que la DAIA realice una presentación ante la Justicia a raíz de este escándalo, Schindel explicó que “por el momento no se ve que haya que efectuar alguna medida o reclamo”.
No obstante, el directivo aclaró que la Comisión de Análisis Político de la DAIA analiza el caso y sigue con atención el desarrollo de la investigación que lleva adelante el juez federal Norberto Oyarbide, tras la denuncia presentada por Burstein por amenazas e intimidación.
Respecto de si la dirigencia comunitaria sospechó en algún momento que era víctima de escuchas ilegales tras el atentado a la AMIA, ocurrido en 1994, Schindel desestimó esa posibilidad.
“En la época del atentado no ocupaba un cargo, pero no creo que haya habido cosas de este tipo. Que los teléfonos pueden estar pinchados con o sin intervención del juez es posible en todas las épocas”, dijo.
Schindel apuntó que en el caso de Burstein “sorprende un poco que un juez de una provincia (Misiones) haya decidido la intervención de la línea telefónica. Hay elementos un poco extraños”.
“Por eso, insisto en que hay que agotar la investigación para ver si la medida está conforme a derecho o se está violando las normas, pero hay que dejar que la justicia agote la investigación”, subrayó Schindel, quien está en ejercicio de la presidencia de la DAIA debido a que el presidente de la representación política de la comunidad judía, Aldo Donzis, participa en un encuentro comunitario en Jerusalem.
En las próximas horas, el juez Oyarbide decidirá la situación procesal del espía Gerardo Ciro James, único detenido en la causa.
El magistrado indicó que "Ciro James ha efectuado comunicaciones desde el ámbito de la Policía Metropolitana”.
“Esto estaría dando cuenta que este hombre cumplía alguna función que vamos a tratar de entender", aseguró el magistrado.
Burstein, miembro de familiares de las víctimas de la AMIA, denunció amenazas y ser víctima de escuchas telefónicas, luego de recibir un llamado anónimo que le advertía que el ex comisario Jorge ‘Fino’ Palacios le mandó a “pinchar el teléfono".
Más tarde se supo que la medida había sido dispuesta por orden de la justicia de Misiones como parte de una investigación vinculada con una banda de piratas del asfalto y un homicidio.
Además de Burstein, en este escándalo de las escuchas también se vio afectado el empresario Carlos Avila.
En Misiones respondieron que fue James quien recomendó que se dispusieran esas intercepciones. Actuó como intermediario entre la SIDE y el juez, y según reveló la investigación que lleva adelante Oyarbide era quien retiraba las grabaciones y las mandaba a Posadas.
GB

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