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El rey de Jordania, Abdullah II, sostuvo en una entrevista reproducida hoy por el diario The Jerusalem Post, que los deseos de paz para la región eran grandes al comienzo de la administración Obama, pero que ahora parece que “el objetivo está bastante lejos”.
“Escuché a la gente en Estados Unidos hablar de Irán, otra vez de Irán, y siempre de Irán”, sostuvo Abdullah.
“Pero insisto, y continúo insistiendo en la cuestión palestina porque el conflicto entre Israel y Palestina constituye la más seria amenaza a la estabilidad de la región y del mediterráneo”, agregó.
Además, manifestó que ambas partes tienen una oportunidad el año que viene para progresar en la creación “de dos Estados” para una solución destinada a ambas partes. Sin embargo alertó: “la ventana de la oportunidad se cerrará pronto ya que si a fines de 2010 Israel no cree en la solución de los dos Estados, la posibilidad de un Estado palestino futuro desaparecerá por razones geográficas”.
Abdullah urgió a Washington y a la Unión Europea a incrementar la presión en Israel para que se siente con Palestina a negociar la paz, incluso a pesar de que se encuentra desilusionado con el esfuerzo estadounidense realizado hasta el momento.
“Voy a ser sincero; yo esperaba más, y más pronto”, dijo sobre las acciones norteamericanas y las siete misiones conducidas por el enviado a la región, George Mitchell.
“Yo pensé que habría un cambio decisivo en el comienzo del verano, respaldado por una verdadera negociación de paz en las Naciones Unidas”, manifestó. “Pero la cuestión de los asentamientos israelíes -que son ilegales de acuerdo a la comunidad internacional- continúa siendo central”, expresó.
Obama comenzó su período de gobierno con una presión por la paz en Medio Oriente que incluyó un llamado a Israel a detener la actividad de asentamientos en la Ribera Nórdica.
A pesar de que el primer ministro, Benjamín Netanyahu, aceptó inicialmente la formación de un Estado palestino y dijo que limitaría la construcción de asentamientos por un tiempo limitado, se negó a acordar un congelamiento completo.
La Casa Blanca parece haber ablandado su posición respecto a la edificación, al decir que era tiempo para que ambas partes reanuden las conversaciones incluso si continúan las construcciones de asentamientos.