La fuente explicó que los servicios secretos israelíes sabían dónde fue trasladado Shalit tras ser capturado, dónde fue retenido y también los propios mandos del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) saben que Israel conoce su paradero.
La zona en la que está retenido está protegida por explosivos en una zona de casi medio kilómetro de radio. Además, los captores de Shalit podrían matarle si detectan cualquier intento de liberarlo por la fuerza.
Ayer mismo, el padre del militar, Noam Shalit, afirmó que a pesar de la cinta de Shalit hecha pública el pasado jueves, el estado de la vía diplomática como opción para liberar a su hijo sigue estando poco clara.