Un joven palestino de 19 años se hizo volar ayer con tres kilos de explosivos plásticos, a la hora del almuerzo, frente al café Londres en la calle peatonal más concurrida de la ciudad balnearia de Netanya, situada a orillas del Mediterráneo, entre Tel Aviv y Haifa, causando 58 heridos de diversa gravedad, entre ellos un soldado que logró impedir que entrara en el restaurante y que está al borde de la muerte.
El grupo fundamentalista Jihad Islámica reivindicó el atentado —el primero desde que comenzó la invasión angloamericana al territorio iraquí— y dijo que era «un regalo de Palestina al heroico pueblo de Irak». El ataque coincidió también con las marchas de protesta de los palestinos por el «Día de la Tierra», que ayer conmemoró el 27° aniversario de la represión israelí contra los palestinos.
Horas después del ataque fue difundido un video que muestra a Rami Ghanem, el joven suicida, armado con un fusil ametralladora que no llevaba en el momento del atentado, mientras se despide de la vida para entrar con su martirologio en el Paraíso, según los grupos radicales islámicos.
Ghanem había nacido en el pueblo de Deir El Ghosson, cerca de la ciudad de Tulkarem, en Cisjordania, cercana a Netanya. Este balneario es vecino a la frontera palestina y ha sido muchas veces escenario de atentados. Hace un año aquí se produjo la más grave masacre causada por un kamikaze, cuando un joven palestino se hizo volar dentro de un hotel lleno de gente que festejaba la Pascua judía, causando 27 muertes.
Ayer los daños fueron mucho menos graves. El café Londres está ubicado en la calle peatonal Herzl, un bello paseo pleno de bares y restaurantes por donde pasean los turistas. Un soldado vio al joven que se acercaba en forma sospechosa a la puerta y le impidió entrar. Rami Ghanem caminó entonces derecho hacia un grupo de militares isralíes e hizo estallar los explosivos que llevaba en la cintura. «Si hubiera entrado la masacre era segura», dijo un policía.
El cuerpo semidestrozado del kamikaze palestino, vestido con un jean y una camisa (los explosivos los llevaba en una mochila), quedó junto a la puerta, mientras se organizaban las tareas de socorro. Los heridos fueron llevados a dos hospitales y anoche sólo quince seguían internados. Un portavoz del hospital dijo que hay seis heridos graves.
El atentado renovó los temores israelíes de que el de ayer sea el comienzo de una nueva oleada de estas operaciones suicidas, promovidas por los grupos Hamas, Jihad Islámica y «Mártires de Al Aqsa».
Una declaración de la Jihad (Guerra Santa) Islámica afirmó que «la unidad de la lucha desde Palestina hasta Bagdad para enfrentar la invasión estadounidense-sionista tiene como objetivo la totalidad de la nación árabe e islámica».
El atentado se produjo dos días después de que un militar iraquí se hizo volar en un puesto de control de los norteamericanos en Irak, causando la muerte de cuatro soldados, según EE.UU., y de once, de acuerdo a la versión del gobierno iraquí.
Jihad Islámica dijo que el joven suicida Rami Ghanem integraba un nuevo grupo de «mártires del islam» Alí Numani, que es el nombre del militar iraquí que cometió el atentado y que fue promovido a título póstumo al grado de coronel por el propio Saddam Hussein, quien además le otorgó dos condecoraciones.
Hamas, el grupo radical islámico más importante, aprobó por medio de su portavoz, Abdel Aziz Rantisi, el atentado de Jihad Islámica, como «una justificada defensa de los palestinos contra la ocupación sionista de Palestina».
Mil quinientos estudiantes de Hamas desfilaron ayer en Nablus vivando a Irak y Saddam Hussein. Militantes enmascarados posaron para los fotógrafos con un gran letrero en el que estaban dibujados los mapas ensangrentados de Palestina e Irak, con un «mártir del islam» en el medio, cargado de explosivos.
El primer ministro Ariel Sharon prometió «una reacción inmediata» si volvían los atentados suicidas.Fte Clarin