Hablando ante el presidente palestino, Mahmud Abbas, el Papa ha pedido a la comunidad internacional que haga "todos los esfuerzos posibles para la paz en Oriente Próximo" y ha glosado las palabras de su antecesor, Juan Pablo II, en 2002, al decir que "no habrá paz sin justicia, ni justicia sin perdón".
"Sé lo que habéis sufrido y estáis sufriendo a causa de las agitaciones que han afligido a vuestra tierra desde hace años. Mi corazón se dirige a todas las familias que se han quedado sin casa, a los que lloran la pérdida de familiares en acciones hostiles, particularmente durante el reciente conflicto de Gaza", ha afirmado.
En la ciudad donde la tradición cristiana sitúa el nacimiento de Jesucristo, hoy rodeada por un muro de cemento de nueve metros de alto construido por Israel, el máximo representante de la Iglesia Católica ha pedido "mayor libertad de movimiento" para los palestinos, y que se garantice el contacto entre familiares y el acceso a los lugares santos. "Los palestinos, como cualquier otro pueblo", ha dicho, "tienen un derecho natural a casarse, a formar una familia y a tener acceso al trabajo, a la educación y la asistencia sanitaria".
En una crítica firme pero indirecta de la ocupación israelí, Benedicto XVI ha recordado además que esta tarde visitará un colegio del campo de refugiados de Aida, situado dentro de Belén, para expresarles su solidaridad. "Soy solidario con el pueblo que ha perdido tantas cosas", ha dicho.
Muro
El colegio elegido para la visita está solo a unos metros del muro levantado por Israel. El Papa hablará sobre un pequeño escenario habilitado en el patio, después de que Israel negara el permiso para realizar el acto en un anfiteatro de piedra construido por los palestinos a la sombra de la enorme pared porque se veía una torreta militar y la llave que simboliza el regreso de los refugiados a sus casas.
El Pontífice ha subrayado que recuerda frecuentemente en sus oraciones a las víctimas de Gaza, y que ofrece a sus familiares "toda su comprensión". "Os llevo a todos vosotros en mis rezos cotidianos, e imploro ardientemente al Excelso por la paz, una paz justa y duradera en los territorios palestinos y en toda la región", ha dicho.
Luego ha "suplicado" a "todas las partes implicadas en el conflicto" que "aparten el rencor y la oposición" y emprendan con generosidad y sin discriminación un camino de reconciliación que "respete y reconozca los derechos y la dignidad de todos".
Benedicto XVI ha pedido además una "reconstrucción rápida de las escuelas y hospitales" destruidos en Gaza, y ha animado a los jóvenes palestinos a "resistir" la tentación de recurrir a actos de violencia o de terrorismo. Hablando en el exterior de la sede de la presidencia palestina, Abbas ha saludado la visita del Papa y ha denunciado la política de ocupación israelí: "En esta Tierra Santa están los que siguen construyendo muros de separación en vez de puentes; los que intentan empujar a musulmanes y cristianos a abandonar esta tierra", ha dicho.
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