Ban ha defendido el texto final de la conferencia, que se celebra en Ginebra, al cuidar a todas las partes y se ha opuesto firmemente a cualquier tipo de tensión que distorsione la declaración de principios de la cumbre. EE UU encabeza a los países que han boicoteado la conferencia por el temor de que sea una plataforma para incitar al odio contra Israel y el sionismo. A la decisión de Washington se han sumado Israel, Italia, Canadá, Australia, Holanda y Alemania, que solo estará presente como observador.
El Gobierno estadounidense cree que el texto final contiene un lenguaje que no puede aceptar porque reafirma en su conjunto la Declaración de la conferencia de Durban (Suráfrica) de 2001, que las delegaciones de EE UU e Israel abandonaron porque consideraron que tuvo un marcado tono antiisraelí. La tensión ha llevado a Israel a llamar a consultas a su embajador en Suiza como medida de protesta por la asistencia a la cumbre del presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, que aseguró que "la ideología y el régimen sionista son los estandartes del racismo".
Francia advierte
Mientras tanto, Francia no se ha sumado al bloque estadounidense aunque ha advertido ante posibles provocaciones. El ministro francés de Exteriores, Bernard Kouchner, ha anunciado que su país asiste a Ginebra pero al mismo tiempo ha advertido de que se retirará en caso del mínimo "derrape" por parte del presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad.
"No toleraremos ningún derrape (verbal), ninguna provocación", ha asegurado Kouchner en una entrevista a la emisora de radio France Info. El responsable de Exteriores francés ha dicho estas palabras al ser preguntado por la posibilidad de que Ahmadineyad reitere sus declaraciones sobre Israel. "Si fuera inteligente, no repetiría eso en la sala. Si lo repite, en la sala, todos los embajadores europeos presentes se levantarán y saldrán", ha afirmado el ministro francés.
Kouchner ha justificado la representación de su país, a través del embajador Jean-François Mattéi, porque el texto de la conferencia "es aceptable", ya que aunque "no va suficientemente lejos" en algunas cuestiones como la lucha contra la discriminación de los homosexuales, supone un avance en otros. En este caso, se ha referido a la mención al Holocausto.
Kouchner ha quitado importancia al hecho de que los países de la Unión Europea no hubieran llegado a una posición común sobre su presencia o no en la conferencia de Ginebra, y puso el acento en que están "muy unidos en la necesaria lucha contra el racismo". libertaddigital