La firma de este nuevo "acuerdo estratégico de diez años" puso fin a una visita oficial de tres días que el presidente venezolano, Hugo Chávez, realizó a Irán en el marco de una gira que le llevará también a Japón y China.
"El grupo de documentos que hemos firmado son la línea de partida. Una línea de partida de un mapa de ruta que hemos firmado los dos presidentes", explicó Chávez en una declaración final junto a su colega iraní, Mahmud Ahmadineyad.
Según el presidente venezolano, este nuevo compromiso pretende acelerar el desarrollo de "dos países que están destinados a convertirse en dos potencias del siglo XXI".
"Dos verdaderas potencias para darle forma al mundo pluripolar", subrayó Chávez ante la prensa el palacio presidencial de Teherán.
Chávez llegó el pasado jueves a la capital iraní procedente de Qatar, en una visita con marcado acento económico, durante la que se han firmado nueve protocolos de cooperación y se han colocado en la mesa nuevos proyectos de desarrollo.
Entre los más destacados, la firma de un compromiso para que el país musulmán explote un yacimiento de petróleo en Ayacucho, en plena selva venezolana.
Además, se han iniciado los estudios para la construcción de dos refinerías de capital mixto, una en tierras sudamericanas y otra en territorio persa.
Sin embargo, el acto estrella ha sido la inauguración del primer banco bi-nacional entre los dos países, que comenzará a funcionar con un fondo de 1.600 millones de dólares y que pretende financiar proyectos conjuntos.
Aunque tanto Chávez como Ahmadineyad no han cejado en presentarlo como un "modelo de una nueva era", expertos internacionales dudan de su viabilidad y efectividad.
La economía y la crisis financiera internacional han centrado esta séptima visita a Irán de Chávez, quien se ha prodigado en abrazos y alabanzas a su "hermano" Ahmadineyad.
Ambos mandatarios han aprovechado la oportunidad para volver a proclamar, ahora juntos, la muerte del capitalismo y la necesidad de crear un nuevo sistema más ético, "fundamentado en valores espirituales y morales".
"Yo he venido hablando a título de broma del G-2. Pero creo que se está convirtiendo en realidad", afirmó hoy Chávez en referencia a la relación entre Irán y Venezuela.
"Un grupo nuevo que ha nacido, y pido a Dios que nos ilumine los caminos y que seamos capaces de convertirlo en un grupo invencible del mundo nuevo, para la transformación del mundo. Estamos creando un nuevo modelo de relacionamiento", señaló.
En la misma línea se expresó Ahmadineyad, quien se mostró "feliz" por la caída de un sistema que en su opinión solo se cimenta en "el egoísmo y la codicia"
"Afortunadamente este sistema ha caído y ha desaparecido, somos muy felices. Muchos años de tiranía están en su último aliento y van a desaparecer para siempre. El mundo está en un momento de cambio profundo. El mundo necesita un nuevo orden", proclamó.
En este sentido, ambos presidentes volvieron a criticar a las grandes economías del mundo e insistieron en que la cumbre del G-20 celebrada esta semana en Londres fue un "rotundo fracaso".
La amplia actividad económica ha dejado en segundo plano las discusiones políticas, que según fuentes cercanas a la delegación venezolana, giraron en torno a la nueva coyuntura generada por la llegada a la presidencia de Estados Unidos del demócrata, Barack Obama.
Chávez se mostró "pesimista" sobre las posibilidades de éxito de un eventual diálogo entre Estados Unidos e Irán, países que rompieron sus lazos diplomáticos en abril de 1980 tras el triunfo de la revolución que derrocó al último Sha de Persia, el pro occidental Mohamad Reza Pahlevi.
Nada más arribar a la Casa Blanca, Obama expresó su deseo de emprender un nuevo camino con el régimen de los ayatolá si éste decidía abrir el puño.
La respuesta de Teherán ha sido hasta la fecha causa, aunque con visibles signos, de que la puerta está entreabierta.
En esta última jornada, el presidente venezolano ha sido recibido brevemente por el líder supremo de la Revolución iraní, ayatolá Ali Jamenei, quien agradeció a Chávez su decisión de cortar los lazos con Israel tras la última invasión judía de Gaza.
"Lo que hizo el gobierno venezolano fue, en realidad, una obligación de los gobiernos europeos que afirman ser partidarios de los derechos humanos", dijo Jamenei, máxima autoridad de Irán.
La visita concluyó con una breve ceremonia militar en el palacio presidencial, desde donde Chávez ha partido rumbo a Tokio, próxima escala de una gira que alguno de sus ministros ha definido como "una inversión".