En una entrevista concedida a la radio del Ejército, Livni reconoció que esperaba que el recién nombrado primer ministro, Benjamin Netanyahu, no compartiera la perspectiva de Lieberman, por lo que mostró su decepción por que no hiciera ninguna manifestación al respecto.
Aunque no se mostró tan duro como la ex ministra de Exteriores, el anterior jefe del Ejecutivo, Ehud Olmert, manifestó ayer que el proceso que dio comienzo con Annapolis fue positivo para Israel porque reforzó su imagen internacional.