Luego de una larga noche de negociaciones, el Laborismo y el Likud llegaron a un acuerdo para que el primero se una a la coalición gubernamental encabezada por el primer ministro designado, Benjamín Netanyahu.
En las conversaciones llevadas a cabo en el Kfar Ha Macabia de Tel Aviv, estuvieron presentes varios dirigentes de ambas fracciones, incluyendo al mencionado Netanyahu y el presidente de Avodá, Ehud Barak.
En los acuerdos firmados, se concluyó que el laborismo recibirá cinco carteras: Defensa, Construcción y Vivienda, Agricultura, Minoridad y Beneficencia, además el gobierno se compromete a apoyar todos los acuerdos políticos e internacionales. En lo referente a las decisiones económicas se dijo que las mismas se acordarán en forma conjunta entre el poder ejecutivo, la Confederación de trabajadores y los empleadores.
Con la firma de los principios, quedaba ver si esto se refrendaba en la convención del laborismo. El primero en salir a afirmarlo fue el ministro Ytzhak Hertzog: “Avodá tendrá una influencia decisiva y dramática en el gobierno de Netanyahu”, aseguró.
Antes, el representante de Barak, el ministro Shalom Smajon se sumó a las declaraciones de Hertzog y dijo: “será parte de un proceso político esencial en Medio Oriente y el cuidado del sistema de leyes en Israel.
También se escucharon las primeras voces de oposición como la del diputado Ofer Pines: “nos están tratando de comprar con ministerios y declaraciones rimbombantes”, criticó.
El convenio incluye la exigencia de Ehud Barak de continuar con el proceso de paz iniciado con los palestinos.
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