Las fuentes, citadas hoy martes por la prensa israelí, serían miembros del Comité Central del movimiento Al Fatah, que se reunió el lunes en Ramala para debatir la designación que Arafat presentará el próximo sábado al Consejo Central de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP).
Entre los dirigentes de Al Fatah existe la convicción de que el futuro primer ministro debe ser Abu Mazen, secretario del Comité Ejecutivo de la OLP y visto como «número dos» de Arafat, y no Al Masri, un empresario que no está afiliado a esa organización.
Las fuentes palestinas indicaron que la supuesta preferencia de Arafat se debe a los contactos de Al Masri en Estados Unidos, donde ganó licitaciones para construir sus bases militares en Arabia Saudí tras la guerra del golfo Pérsico de 1991, y también en este último país árabe, uno de los principales donantes de la ANP.
Al Masri, que reside en una mansión construida en el monte Guerizim, sagrado para los samaritanos, en las afueras de la ciudad de Naplusa, declaró hace menos de dos semanas a la prensa que no tenía interés en ser primer ministro.
Después del debate entre los 124 miembros del Consejo Central de la OLP en Ramala, el futuro jefe del Gobierno palestino y su Gabinete tendrían que pedir un voto de confianza a la Cámara Legislativa, que tiene previsto reunirse el próximo lunes.
Fuentes del Cuarteto de Madrid, el principal foro internacional por la paz entre palestinos e israelíes, dijeron ayer lunes a EFE que Arafat «designará cuanto antes un primer ministro creíble, y no sólo para Estados Unidos, Israel o Europa sino para su pueblo, y con atribuciones suficientes para las negociaciones» de paz.
Las declaraciones fueron hechas por esas fuentes después de una reunión de representantes del Cuarteto con el presidente palestino.
Las relaciones de Arafat con Al Masri datan de antes de 1970, el año de los sangrientos choques del «Septiembre Negro», cuando el fallecido rey Husein de Jordania reprimió a los guerrilleros del líder palestino que pusieron en peligro su estabilidad en el poder, y le permitió salir con ellos del Reino hacia el Líbano.
La salida de Arafat fue posibilitada por una gestión de Al Masri ante el monarca hachemí, informa el diario independiente Haaretz.
El empresario palestino, que también posee contactos en Israel, llevó a cabo en la pasada década de los años noventa una mediación entre Arafat y el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, agrega el rotativo sin mencionar en qué circunstancias.
Al Masri es propietario de la red de teléfonos celulares, entre otras empresas del consorcio Pedico, que opera en los territorios palestinos de Cisjordania y Gaza ocupadas por Israel.
Representantes de tres de los miembros del Cuarteto de Madrid, entre ellos el español Miguel Angel Moratinos, enviado especial de la Unión Europea para Oriente Medio, consideraron con Arafat la designación del primer ministro y otras reformas en su Gobierno.
Los otros dos fueron Andrei Vdovin, de Rusia, que con EEUU co-patrocina el proceso de paz en esta zona desde la Conferencia de Madrid de 1991, y Terje Larsen, enviado de la ONU.
El representante de los Estados Unidos en el Cuarteto, el embajador ante Israel, Dan Kurtzer, no acudió a la reunión pues el presidente de su país, George W. Bush, así como el primer ministro de Israel, Ariel Sharón, han «descartado» a Arafat.
Sharón se niega a negociar con Arafat porque «es un líder irrelevante» y Bush, al exponer en junio del año pasado su «visión de paz» para Oriente Medio, condicionó el apoyo de EEUU a un Estado palestino a que el presidente de la ANP sea «cambiado».