El vicepresidente segundo de la AMIA, José Scaliter, se mostró "convencido" de que las instituciones que se distanciaron de la agrupación “AMIA es de Todos” volverán a ser parte del proyecto porque “nos unen muchas más cosas de las que nos separan".
Se trata de las instituciones religiosas conservadoras B’nei Tikva y Lamrot Ha Kol, que no integran la Fundación Judaica, y que en los últimos días renunciaron a la agrupación que es parte de la conducción de la AMIA.
A estas dos entidades se agregó la renuncia de Gregorio Spivak, vocal de la actual comisión directiva de AMIA, que preside Guillermo Borger.
De acuerdo a lo explicado por Scaliter el origen del conflicto en la agrupación comenzó en una reunión "en la que algunos compañeros platearon una divergencia” en el trabajo de la comisión directiva de la mutual.
Consultado por esta agencia sobre las posibilidades de que las instituciones vuelvan a formar parte de la agrupación, el vicepresidente segundo dijo estar "convencido" de que será así, "porque nos unen muchas más cosas de las que nos separan".
"Vamos a volver a ser todos los que somos y a seguir creciendo", aseguró el dirigente.
Parte de aquellas "divergencias" se basaron, según Scaliter, en la demanda de "algunos temas pendientes de cuando se iniciaba la conducción conjunta en la AMIA" como los nuevos cementerios para enterrar a conversos que, según él, ya se encuentran aprobados dentro del presupuesto de 2009, o la cuestión del rabinato compartido entre ortodoxos y conservadores.
"Son temas de ansiedades más que realidades, no es tan grave", aseguró.
No obstante, Scaliter aclaró que “la cuestión del rabinato es distinta porque es un tema cambiar más de cien años de un estilo de la AMIA”.
En este sentido, el dirigente explicó que la mutual “siempre tuvo su rabinato ortodoxo en toda su historia”.
“Querer cambiar ese estilo de rabinato para incorporar otras corrientes religiosas no se puede hacer en seis meses, estamos trabajando en ese tema y requiere mucha paciencia", explicó.
Scaliter, finalmente, señaló que van a "hablar con cada uno" de los que se separaron de la agrupación y "aclarar todo" ya que poseen "un gran acercamiento" con ellos.
En las últimas elecciones de renovación de autoridades, la agrupación AMIA es de Todos, impulsada por el rabino Sergio Bergman, selló una alianza con el Bloque Unido Religioso, ortodoxo, que llevó a Borger a la presidencia de la mutual.
Esta alianza terminó con varias décadas de gestión del laborismo y frustró las aspiraciones del Frente Unidad Comunitaria, que postulaba como presidente Abraham Kaul.
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