Livni afirmó que el "objetivo estratégico" de su futuro gobierno será "derrocar el régimen de Hamás" por medios militares económicos y diplomáticos. Sin embargo, no quiso poner fecha a estos objetivos.
Netanyahu, por su parte, pidió "una política de ataque más activa" y acusó al actual gobierno, liderado por el Kadima, de ser "demasiado pasivo".
"Derrocar el régimen de Hamás es inevitable a largo plazo", afirmó Netanyahu desde Sderot, donde se encuentra para visitar una de las viviendas afectadas por el lanzamiento de cohetes caseros desde la Franja de Gaza.
Las milicias palestinas han disparado casi 60 cohetes y proyectiles de mortero contra el territorio israelí desde que el viernes pasado finalizara el alto el fuego tácito pactado entre Hamás e Israel, según el Ejército hebreo. Mientras, un miliciano palestino murió ayer por la respuesta militar israelí en la Franja.
Las declaraciones de Livni y Netanyahu ya han recibido respuesta desde la Franja. El primer ministro del gobierno de Hamás, Ismail Haniyeh, aseguró que "nada puede acabar con nuestro pueblo".