Amnistía Internacional asegura que entre las personas condenadas se encuentran mujeres y menores de 18 años, de hecho Arabia Saudita, Irán y Yemen son los únicos países que condena a muerte a menores, pese a que el Derecho Internacional lo prohíbe.
El grupo defensor los derechos humanos criticó que muchos de los juicios que se realizan por la pena de muerte no cumplen con las normas internacionales de justicia.
En estos juicios, los acusados son incapaces de entender los procedimientos judiciales en árabe y no se les dispone de un intérprete, dijo el informe presentado por Amnistía.
La organización denuncia que las condenas a muerte se dictan tras procesos judiciales "secretos e injustos" en los que, en ocasiones, los acusados ni siquiera tienen acceso a un abogado defensor. Además en el informe se cuenta que algunos inmigrantes condenados a muerte ni siquiera saben que se les aplicará la pena capital hasta la misma mañana en la que serán ejecutados.
El informe aclara que casi la mitad de los ejecutados en ese país son inmigrantes procedentes de países pobres, y debido a la falta de dinero y de conexiones con figuras influyentes dificulta que el reo pueda alcanzar un indulto.
Bajo la interpretación estricta de la ley sharia islámica, aquellos que son declarados culpables de asesinato, narcotráfico, violación y robo a mano armada pueden ser castigados con la pena capital. El reino árabe ha sido criticado reiteradas veces por grupos de derechos humanos debido a su posición frente a la pena capital y por hacer caso omiso a una llamada de la ONU, el año pasado, para que aplique una moratoria de las ejecuciones.
Amnistía Internacional se queja de que, en un clima internacional propicio para la abolición de la pena de muerte, Arabia Saudita se oponga incluso hasta a reducir el número de ejecuciones.
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