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Un niño iraní de 12 años enfermo de cáncer fue internado en un hospital israelí donde recibirá tratamiento de emergencia, luego de que las autoridades hebreas le concedieran permiso para ingresar al país, en lo que fue definido como una medida “inusual” por tratarse de un ciudadano de un estado enemigo.
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El niño llamado Roy, cuyo apellido fue preservado por cuestiones de privacidad y seguridad, arribó a Israel este viernes junto con sus padres, en un esfuerzo coordinado por los Servicios de Seguridad de Israel (Shin Bet), y fue inmediatamente trasladado al Centro Médico Sheba, en la localidad de Tel Hashomer, donde ya se encuentra recibiendo tratamiento para recuperarse de un grave cáncer cerebral.
Israel otorgó al niño y su familia un permiso especial para ingresar al país y recibir atención médica, luego de que fracasaran los tratamientos a los que había sido sometido en Teherán y Turquía, según informó la prensa israelí. Roy viajó al Estado hebreo por consejo de los médicos turcos, quienes le recomendaron atenderse con profesionales de Israel, un país que cuenta con hospitales de primera clase y tecnología médica de avanzada. Se trata de un hecho inusual porque Israel e Irán son países enemigos y no mantienen relaciones diplomáticas formales, dado que el presidente iraní, Mahmoud Ahmadinejad, negó el Holocausto en reiteradas oportunidades y pidió que el Estado hebreo sea "borrado del mapa". El CEO del centro Sheba, Zeev Rotstein(FOTO), comentó que no es la primera vez que doctores israelíes atienden a niños de estados enemigos. “Esperamos que con el amor y cariño que le damos a estos niños podamos abrir camino para generar al menos algo de entendimiento entre los pueblos (enemistados)”, señaló Rotstein, quien agregó: "No podemos modificar la política. No somos políticos. Pero hacemos esto porque creemos que es nuestro deber”. El Dr. Amos Toren, jefe del Departamento de Hemato-Oncología Pediátrica de Sheba, dijo que según el diagnóstico inicial, el niño tiene “el tumor más agresivo que existe entre los tumores cerebrales”. “Está conciente y puede sonreír, pero es difícil. Le daremos el tratamiento más moderno posible y quizá podamos ayudarlo", agregó Toren. Rotstein señaló que “hay muy pocas cosas por hacer, pero si a este niño le queda una oportunidad, es aquí”. Y finalmente, concluyó: “Él es de un país al que realmente no le agrada nuestra existencia, pero creo que es parte de nuestro trabajo demostrar a países como Irán que estamos aquí para ayudar a la gente común”. PB |