Sergio Brukman, miembro de la agrupación política comunitaria “AMIA es de todos”, aseguró que la comisión directiva de la mutual judía de Buenos Aires tiene “cosas muy positivas y otras no tanto”, en diálogo con la Agencia Judía de Noticias (AJN).
“En estos primeros tres meses (trabajar con la nueva conducción ortodoxa) fue un aprendizaje para todos, después de tantos años de un mismo estilo de gobierno con los principales actores que se iban sucediendo, provenientes de los partidos tradicionales”, explicó Brukman.
Luego remarcó que en AMIA “ahora hay una nueva visión, y como todo nuevo proceso, tiene sus momentos y sus tiempos de aprendizaje y coordinación entre todos. Quizás habría que darle un tiempo más para que se pueda ir aceitando y configurar un equipo de trabajo” .
“Desde ‘AMIA es de todos’ formalmente tratamos de generar una crítica constructiva para corregir aquellas cosas que vemos que no se están realizando según lo acordado para llegar al gobierno, esperando que cada día sea mejor”, remarcó.
Con respecto al tema político interno, Brukman sostuvo que se está “organizando formalmente” el movimiento “AMIA es de todos”, que “nació en forma muy rápida antes de las elecciones de AMIA y se constituyó en dos meses”.
“Desde afuera estamos organizando el partido y promoviendo trabajo para apoyar a los compañeros que están trabajando adentro (de la comisión directiva) y, a la vez, con miras de las próximas elecciones en el 2011”, explicó.
Brukman es invitado permanente a la Comisión Directiva de la mutual aunque no tiene ningún cargo ejecutivo en AMIA. De todas maneras, señaló que está “enterado de cómo van funcionando las cosas".
"Hay cosas muy positivas y otras no tanto, que se intentan corregir”, comentó a AJN.
Por otra parte, el también presidente de la escuela Arlene Fern sostuvo la institución “sigue creciendo” y que la fundación Judaica abrirá un jardín maternal en el templo de Arcos que pertenece a la comunidad NCI Emanu-El.
Según comentó el dirigente comunitario, la propuesta del nuevo establecimiento surgió ante el cierre del Beteinu, a través de un grupo de padres de ese jardín que pertenecen a la comunidad Hirsch que cuenta con el asilo de ancianos de San Miguel.
“Ante esta oportunidad, creemos que hay muchas familias de la comunidad que necesitan tener la opción de un jardín desde el año del nacimiento. Por otro lado Arlene Fern y las otras escuelas de Belgrano no tienen vacantes para los jardines de infantes y tenemos que dar opción para que las familias que hoy eligen la educación judía puedan tener su espacio”, reflexionó.
Brukman concluyó en que quieren “reciclar las instalaciones que tienen espacios adecuados para atraer a familias jóvenes judías a un entorno judío sin que estén buscando lugares fuera de la comunidad y teniendo en cuenta que en Arcos ya funcionó en sus inicios un jardín de infantes”.
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