Cristina Kirchner cumplió su última actividad oficial aquí, en uno de los museos más admirados de Nueva York, la Neue Galerie, que concentra, quizá, las piezas emblemáticas de fines de siglo XIX y principios del XX, de arte alemán y austríaco.
Invitada por el dueño del imperio de la cosmética de Estados Unidos y filántropo Ronald Lauder, también presidente del Congreso Judío Mundial, la Presidenta almorzó con un selecto grupo de poderosos empresarios norteamericanos.
Entre otros, asistieron Lally Weitmouth, hija de Katharine Graham, la fallecida y emblemática dueña del diario The Washington Post ; Ray Irani, chairman de Occidental Petroleum; Bruce Wasserstein, chairman del Grupo Lazard; Alvaro Martinez Fonts, director gerente del banco JP Morgan Chase; Paul Fribourg, presidente de Continental Grain, la segunda compañía del mundo de commodities , y el multimillonario Jerry Speyer, dueño, entre otros edificios representativos, del Rockefeller Center y del Chrysler Building.
Cristina Kirchner llegó acompañada por el embajador ante los Estados Unidos, Héctor Timerman, y miembros de la comitiva oficial.
Ronald Lauder había prometido agasajar a la Presidenta para agradecerle una gestión que hizo ante el mandatario de Venezuela, Hugo Chávez para coordinar una reunión con la comunidad judía. Esa tratativa permitió que por primera vez en diez años Venezuela recibiera oficialmente a una delegación de la comunidad judía en su país.
Cuadros y perspectivas
Antes de almorzar, recorrieron la galería de arte. Allí, Cristina Kirchner pudo admirar la colección de Gustav Klimt, entre ellos El retrato de Adele Bloch-Bauer , comprado por el empresario Lauder en 135 millones de dólares en 2006.
Cristina Kirchner repasó la situación argentina y también habló de la crisis internacional. Fue un discurso "excelente", ya que brindó "muy buenas recomendaciones sobre lo que hay que hacer en estos momentos", dijo Lauder después de la comida.
"Ella dio un excelente discurso sobre las cosas que vivió la Argentina antes, similares a las que estamos viviendo aquí nosotros. Su discurso fue uno de los mejores que he escuchado", destacó el empresario y filántropo norteamericano, al término del encuentro con Cristina Kirchner.