El primer ministro israelí, Ehud Olmert, abogó por alcanzar un acuerdo de paz con los palestinos antes de finales de año, pero que excluya la delicada cuestión de la ciudad de Jerusalén, en un encuentro el domingo con el presidente palestino, Mahmud Abas.
Ehud olmert y su ministra de exteriores |
‘Las partes desean alcanzar un acuerdo completo antes de que acabe 2008 y creen que es posible’, dijo tras el encuentro un alto responsable israelí que pidió no ser identificado.
‘Pero como es imposible arreglar la cuestión de Jerusalén en ese plazo, tienen que llegar a un acuerdo para aplazar la solución a este tema y acordar un mecanismo y un calendario para Jerusalén’, agregó, pese a la negativa palestina a separar este asunto de los otros.
El encuentro entre Abas y Olmert, en la residencia del último en Jerusalén, duró cerca de dos horas y contó con la participación de los encargados de las negociaciones de ambos lados, la canciller israelí Tzipi Livni, y el palestino Ahmad Qorei.
‘El objetivo sigue siendo llegar al final del proceso iniciado en la conferencia de Annapolis en Estados Unidos del pasado noviembre y conseguir un acuerdo israelo-palestino histórico’, manifestó el portavoz del gobierno israelí, Mark Regev, antes de asegurar que la próxima dimisión de Olmert, objeto de una investigación por corrupción, ‘no tiene incidencia en las discusiones’.
Un consejero de Abas, Nir Hamad, afirmó a la AFP que el presidente palestino está ‘decidido a lograr un acuerdo completo sobre todos los asuntos en debate, pero ello dependerá de la seriedad israelí’.
Olmert anunciará su dimisión después de las primarias para elegir a su sucesor que el Kadima, su partido, celebrará el 17 de septiembre.
Según la radio estatal israelí, Olmert quiere concluir un ‘acuerdo marco’, que podría presentar con Abas en la Casa Blanca el próximo mes. El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, y su secretaria de Estado, Condoleezza Rice, presionan a las dos partes para que se alcance un pacto antes de finales de año, cuando concluye el mandato de Bush.
Livni, favorita en las encuestas para reemplazar a Olmert, se mostró cauta sobre las posibilidades de un acuerdo.
‘El factor tiempo no debe forzarnos a cometer graves errores’, dijo a la prensa.
El ministro israelí de Comercio e Industria, Eli Yishaí, jefe del Shass, partido ultraortodoxo, también criticó la idea de un acuerdo.
‘Este gobierno no tiene el poder ni la legitimidad popular para alcanzar un acuerdo con los palestinos, en especial sobre Jerusalén’, indicó a la prensa.
El 12 de agosto, el periódico israelí Haaretz señaló que Olmert había propuesto al presidente palestino un proyecto de acuerdo que preveía una retirada del 93% de Cisjordania.
A cambio del 7% de esta región, con el que Israel conservaría los grandes asentamientos donde viven la mayoría de los 250.000 colonos israelíes, Olmert sugirió dar tierras a los palestinos cerca de la franja de Gaza.
Los palestinos dispondrían también de un paso libre, sin control de seguridad hebreo, entre la franja de Gaza y Cisjordania.
Israel se anexionó la parte oriental de Jerusalén en 1967, donde viven cerca de 250.000 palestinos junto a los 200.000 israelíes que se instalaron en varios asentamientos después de aquella fecha.
El estatuto de Jerusalén Este y, sobre todo, el del casco viejo que alberga los lugares santos judíos, ya hizo fracasar en varias ocasiones las negociaciones israelo-palestinas.