Inicio NOTICIAS Tierra Santa, tierra cara: El mercado inmobiliario florece en Israel
LOS COMPRADORES DE VIVIENDA PROVIENEN DEL EXTRANJERO

Tierra Santa, tierra cara: El mercado inmobiliario florece en Israel
LOS COMPRADORES DE VIVIENDA PROVIENEN DEL EXTRANJERO

Por
0 Comentarios
Por JELENA PFLOCKSH – La silueta de las grúas se recorta en el cielo azul de Israel. Zanjas y carteles publicitarios llenan una estampa en la que por todas partes se elevan altas y lujosas torres. El ‘boom’ inmobiliario se ha instalado en las metrópolis israelíes. El mercado florece en Tel Aviv y Jerusalén, y los precios trepan hasta alturas inalcanzables.

"Desde hace unos dos años tenemos una demanda creciente de viviendas en terrenos de primera clase", afirma Dganit Ofek, gestora inmobiliaria en Tel Aviv. "Y nuestros clientes están dispuestos a pagar mucho dinero". Hay suficiente capital, y eso eleva los precios. "Apenas puede comprarse una vivienda normal de cuatro habitaciones en Tel Aviv por un millón de shekel (unos 295.000 dólares). Y en la clase de lujo, los compradores pagan unos 886.000 dólares o más", señala Ofek.

No siempre fue así. "Hace unos 20 meses todavía se pagaba en las afueras de Tel Aviv la mitad del precio actual", dice la gestora. Este enorme aumento de precios en apenas dos años se debe sobre todo a una causa: los compradores son ricos y provienen principalmente del extranjero.

Cada vez hay más judíos pudientes que llegan a Tierra Santa desde Estados Unidos o Francia. Según un estudio de la universidad de Tel Aviv, los judíos franceses emigran a Israel como consecuencia de los crecientes ataques antisemitas en su patria. Las estadísticas muestran que sólo en 2006 inmigraron unos 2.400 judíos franceses y 2.200 estadounidenses, de un total de aproximadamente 20.000.

"Estas cifras tan altas afectan naturalmente al mercado inmobiliario", apunta Alyssa Friedland, gestora de la empresa inmobiliaria Remax en Jerusalén. "La demanda es mayor que la oferta, por eso aumentan los precios. Y se construyen nuevas viviendas de lujo porque nuestros clientes están dispuestos a pagarlas", añade.

Mientras que los franceses tienden a comprar viviendas en Tel Aviv, a los estadounidenses les atrae Jerusalén


Mientras que los franceses tienden a comprar viviendas cerca del agua, como en Tel Aviv, a los estadounidenses les atrae Jerusalén. "Muchos de estos inmigrantes son religiosos y quieren vivir en el centro, cerca de los lugares sagrados judíos como el Muro de las Lamentaciones", sostiene Friedland. "Los precios de compra para una vivienda de cuatro dormitorios oscilan aquí entre los 5.900 dólares por metro cuadrado y los más de 11.900 para la clase de lujo".

Vivir en el centro es demasiado caro

Con este panorama, para los israelíes de a pie, comprar una vivienda en el centro de las grandes ciudades es casi imposible. Avi Meshayev es gestor de inversiones en el Bank of Israel. Tiene 29 años, acaba de casarse y su esposa también trabaja en un banco. Pero "incluso con ingresos por parte de ambos, tenemos que vivir en las afueras de Jerusalén", dice Meshayev. "Siempre he vivido en Jerusalén, incluso cuando era estudiante, hace unos años, era asequible. Pero hoy no me lo puedo permitir".

En lugares como la calle Dizengoff de Tel Aviv, los arrendadores piden hasta 3.000 dólares por cuatro habitaciones


Lo mismo le sucede a Shai Tsabary, asesor financiero en una empresa de alta tecnología en Tel Aviv. "Mi casera quería cobrarme de repente un alquiler de 1.000 dólares en lugar de 800 por mi vivienda de dos pisos sin renovar en Tel Aviv, donde vivo desde que era estudiante. Ahora, también me he tenido que mudar a las afueras", añade. En los lugares más cotizados como la calle Dizengoff de Tel Aviv, los arrendadores piden hasta 3.000 dólares por cuatro habitaciones.

En este contexto ha surgido un nuevo fenómeno: las ciudades fantasma. Así se llama, por ejemplo, al barrio de Mamilla, en Jerusalén. Muchos de los inversores extranjeros no viven allí permanentemente, sino sólo en las vacaciones de verano. El resto del año, las viviendas están vacías. Y, según Friedland, los israelíes ya no quieren vivir allí porque no hay vida social.

Los precios no seguirán subiendo

Tel Aviv se sitúa en el puesto número 14 de las ciudades más caras del mundo, justo detrás de París y Singapur


Es cuestionable si la tendencia de encarecimiento durará o no. Actualmente, Tel Aviv se sitúa en el puesto número 14 de las ciudades más caras del mundo, justo detrás de París y Singapur, como señala la lista de la consultora Mercer para 2008. Sin embargo, los expertos dudan de que los precios sigan subiendo en el mercado israelí.

"Pronto se llegará a un límite que ni siquiera los acaudalados extranjeros estarán dispuestos a pagar", opina Ofek. "El claro descenso del cambio de dólares a shekels y la crisis inmobiliaria estadounidense también afectan al mercado israelí. Y los precios volverán a bajar", prevé Friedland.

FUENTE: elmundo

También te puede interesar

Este sitio utiliza cookies para mejorar la experiencia de usuario. Aceptar Ver más